Cerca de 600 corredores participaron ayer en la Volta a peu de Gilet, entre los inscritos y los que se animaron a última hora del día. Un número de atletas que no puede incrementarse debido a las medidas de protección del parque natural de la Sierra Calderona, que forma buena parte del recorrido. Aun así, desde el ayuntamiento valoraron de forma muy positiva la cifra, que se viene manteniendo en los últimos años y que difícilmente puede crecer si no hay cambios en el itinerario..
La prueba, que cumple su 36 edición, contó este año con la novedad de hacer competitivas las carreras infantiles por lo que los organizadores entregaron 82 trofeos. «Vamos a dar trofeos a los mejores de cada prueba», explicaron desde la organización.
La volta, con 9,2 kilómetros de recorrido, arrancó a las 19.30 horas desde la plaza de la Estrella, aunque una hora antes corrieron los más pequeños, a los que se les entregó sus correspondientes premios. Desde allí se iniciaba un recorrido urbano de casi dos kilómetros que enlazó con el circuito de montaña, hasta Sant Esperit, pasando por detrás del monasterio adentrándose en la Sierra Calderona para volver a bajara hasta la plaza del pueblo.
Los que han participado en este recorrido aseguran que es «una carrera dura» porque buena parte de ésta es cuesta arriba, un esfuerzo que hay que realizar casi desde el principio.
La carrera transcurrió con normalidad, una prueba que siguieron decenas de vecinos, que salieron a las calles para animar a los deportistas que llegaron exhaustos a meta donde se les intentó reponer con fruta y refrescos.
Pedaleo nocturno
Con la volta a peu arrancan los actos deportivos de las fiestas patronales de Gilet que continuarán esta noche con una master class de spinning , un pedaleo nocturno para el que se instalarán100 bicicletas en la plaza.
