El nuevo proyecto presentado por la Generalitat Valenciana como «una oportunidad estratégica inmejorable para generar un nuevo marco de equidad en el mercado del transporte interurbano regular de viajeros por carretera en la Comunitat Valènciana», hay que decir con mayúsculas que no va más allá de un incremento sustancial en el número de expediciones diarias; mantiene los itinerarios obsoletos, sigue apostando por la diferenciación entre días lectivos y no lectivos, y no ofrece la posibilidad de una línea nocturna que una el eje de playas desde Valencia hasta Sagunto. Este proyecto no da respuesta a las necesidades actuales con visión de futuro y no exprime con audacia las oportunidades que ofrece la vigente Ley de Movilidad de la Comunitat Valènciana, una ley del Partido Popular que éste nunca tuvo interés en aplicar.
Resulta llamativo que en el proyecto se diga que «el sistema vigente obedece a un modelo obsoleto, diseñado en base a criterios y necesidades de hace más de 50 años, que evidencia carencias y disfuncionalidades con la realidad de la sociedad actual», y en su redacción se ignore la realidad urbanística actual y la existencia de grandes y nuevos núcleos poblacionales bien consolidados, tanto en el interior -Norte del Palancia, 500 viviendas, Fusión, etc- como en la costa - Almardà, Corinto y la Malvarrosa-, cuya existencia al parecer desconocen los redactores del proyecto y, por lo tanto, quedan desatendidos.
No se han rediseñado los itinerarios de las líneas, manteniendo los de hace 50 años. A día de hoy, que la línea Valencia-Sagunto-La Vall d'Uixò solo tenga una parada en la avenida del País Valencià resulta incomprensible, al obligar a los usuarios que residen al Norte del Palancia a desplazarse a pie más de 20 minutos para llegar a la única parada del recorrido.
De la misma manera, las rutas que concluyen en Canet-Playa deberían prolongarse hasta Corinto y la Malvarrosa, pasando por Almardà. Y las que finalizan en el Puerto de Sagunto deberían hacerlo en la avenida Arquitecto Alfredo Simón, y no en la avenida Mediterráneo.
La diferenciación entre «lectivos» y «no lectivos» condena a los trabajadores a sufrir recortes horarios, incomodidades, retrasos, colas,? durante el verano; es normal ver los vehículos con pasajeros de pie en horas punta. Considerar que «la mayor parte de los usuarios de la línea 115 son estudiantes universitarios», no solo es un grave error sino que conduce a menospreciar al conjunto de trabajadores que en gran número se desplaza a diario a Valencia. Esa distinción está obsoleta y denota un total desconocimiento de la realidad del servicio. Bastaría con un estudio en profundidad del perfil de los usuarios.
Además, los redactores del proyecto olvidan que es precisamente en periodo estival cuando se incrementa la demanda de servicios de transporte con acceso a las playas de Puerto de Sagunto, Sagunto y Canet desde València. Reducir las expediciones en verano supone desatender esa demanda potencial, cada vez más relevante.
El proyecto no se plantea la creación de un servicio nocturno en el eje costero València - Port Saplaya - La Pobla - El Puig- Sagunt - Port de Sagunt- Canet.
Si los mensajes dirigidos a los jóvenes para que si beben no conduzcan son algo más que publicidad, se deben dar alternativas más allá del uso nocturno de los vehículos privados. La creación de servicios de autobuses nocturnos en los fines de semana ya se está demandando insistentemente por los ayuntamientos de L'Horta Sud y es una realidad en alza en la EMT de València.
Los usuarios de la ruta 115 llevamos muchos años reivindicando mejoras en profundidad y sería una lástima que un gobierno progresista como el actual -PSOE-Compromís- que tantas expectativas generó en su momento, no aprovechara el reto propuesto para la redacción de un proyecto de transporte con visión de futuro y adaptado a las necesidades reales de la población, a pocos meses vista de la próximas elecciones autonómicas.
