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Una carencia educativa menos

El cursos escolar se inicia en Morvedre con antiguas reivindicaciones sin resolverse, salvo la apertura del nuevo aulario de Villar Palasí tras once curso de espera El IES Nº 5 y la reforma integral de l IES Eduardo Merello están sobre la mesa

El curso escolar se inició ayer sin incidencias en El Camp de Morvedre, aunque con las mismas reivindicaciones que el año pasado a excepción del colegio Villar Palasí de Sagunt, inaugurado ayer después de diez años de reivindicaciones, con nuevo aulario de infantil, ubicado en barracones durante una década.

Esta actuación, que ha contado con un inversión de 2,3 millones de euros, se ha centrado en la construcción de nueve aulas, todas ellas acristaladas y con vistas al patio; un gimnasio, dotado de un minitrinquete y una zona para la galotxa; un patio renovado; aulas para profesores y otras tantas para el equipo directivo, además de una zona de aparcamiento.

La comunidad educativa se mostraba «muy satisfecha» con el resultado de las obras, pese a que todavía quedan varias cosas por rematar como las goteras que aparecieron en el techado del patio, que impidieron ayer el uso de los bancos por parte de los pequeños. Sin embargo, el director, José Manuel Badal, recordaba que la actuación está sin recepcionar y que todavía hay tiempo para subsanar estas deficiencias.

La premura por acabar a tiempo las obras, que arrastran seis meses de retraso, dejó al descubierto algunas salas por montar y trastos amontonados sin desembalar, una circunstancia que parte del profesorado criticaba: «El viernes tuvimos que colocar el mobiliario. Nos podían haber dejado un poco más de tiempo».

Otro de los aspectos destacables es la falta de mobiliario deportivo. «Estamos en lista de espera», comentaba el director, haciendo referencia a la dotación del gimnasio y el patio con canastas o porterías.

Pese a estas «pequeñas cosas», como decían desde el centro, padres, profesores, alumnos y equipo directivo se mostraron muy satisfechos con el resultado de las obras tras 11 «injustificables» cursos de espera, según el director. Sin embargo y aunque este recuerdo estuvo ayer presente, la alegría se impuso y tanto unos como otros coincidieron en que el aulario y las nuevas instalaciones han quedado «muy bonitas», según la presidenta del AMPA, Mari Cruz Pineda, además de ser «amplias y con perspectiva de futuro por si es necesario ampliar».

Por su parte, los profesores hablaban de un aulario «muy funcional», aunque algunos opinaban que las aulas se habían quedado un poco pequeñas, pese a ajustarse a la normativa. El director también se mostraba «satisfecho» y hacía una valoración muy positiva de la intervención.

Respecto al resto de centros, desde la coordinadora comarcal de las asociaciones de madres y padres de alumnos denunciaban la ratio en la enseñanza secundaria, que se sitúa en 35 alumnos por clase, una cifra por encima de la media.

Por otro lado, estas mismas fuentes han puesto de manifiesto las deficiencias del IES Eduardo Merello ,que «clama una reforma integral urgente», dado su estado y la gran demanda de alumnos, Según la coordinadora se estudia la instalación de un aula prefabricada. También se sigue demandando el Centro Integrado de Formación Profesional, así como la construcción del IES nº 5.

Movilizaciones

Desde el CEIP Victoria Joaquín Rodrigo del Port de Sagunt, mientras, se anuncian movilizaciones después de que sigan pendientes de su ampliación y se haya descartado un autobús para trasladar a los alumnos de unas instalaciones a otras, además de la falta de soluciones al comedor escolar.

Por último, la coordinadora recuerda la presencia del fibrocemento en el colegio Maestro Tarrazona y en el instituto Eduardo Merello.

Más allá de la capital comarcal, los barracones mantienen su presencia en localidades como Canet d'En Berenguer o Benavites, mientras en el colegio Santa Anna de Quartell, las obras y la limpieza estuvo lista a tiempo. En cualquier caso, en este centro de Les Valls se aprovechó el inicio del curso para leer un manifiesto en defensa de la enseñanza pública y en valenciano, que concluyó con la reclamación al Gobierno de Pedro sánchez para que derogue la ley educativa (Lomce) que tanto rechazo ha generado desde su aprobación.

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