El culebrón Josep Folques tocó ayer a su fin, después de que el extremo izquierdo pasara la revisión médica y se incorporara a los entrenamientos del Fertiberia BM Puerto. Este desencuentro se inició el pasado verano, cuando el BM Benidorm de Asobal anunció el fichaje del joven internacional, pese a que tenía contrato en vigor con el conjunto rojiblanco.
A partir de ahí se iniciaron los movimientos de despacho, en los que el club alicantino salió derrotado después de que el comité de competición no le diera la razón a la hora de tramitar su ficha en la máxima categoría. Durante este tiempo, la directiva encabezada por Juanjo Bataller mantuvo la calma y reiteró el interés en que Folqués se reincorporara a la disciplina rojiblanca, hasta el punto que el máximo dirigente del club porteño no se cansaba de reiterar que «le esperamos con los brazos abiertos».
Y ayer tuvo la oportunidad de demostrarlo, ya que él mismo encabezó la comitiva de bienvenida, con el entrenador Vicent Nogués como el más feliz, al ver como Folqués llenará al fin el hueco en el extremo izquierdo, que, pese a las buenas prestaciones brindadas por los canteranos Óscar García y Ángel López, se había quedado cojo con la baja de larga duración de Toni Alegre. «Confiamos mucho en que nos aporte su calidad y velocidad, como ya ha hecho en el tiempo que ha estado con nosotros», apuntaban ayer a Levante-EMV desde el club.
Tal es la urgencia para que Folqués se incorpore a la dinámica del grupo que ayer mismo ya participó en la sesión preparatoria de su equipo y el club trabaja a marchas forzadas para que pueda volver a vestirse la camiseta rojiblanca el próximo sábado, cuando el Fertiberia reciba en el pabellón internúcleos al Atlético Novás.
Primera final
Ese partido ya se presenta como una final para los hombres de Nogués, ya que sus dos derrotas como visitantes les distancian 4 puntos de la zona de ascenso cuando apenas se han disputado las tres primeras jornadas.
