ELas precipitaciones caídas durante el pasado lunes y martes en la capital del Camp de Morvedre afectaron negativamente en el normal desarrollo del mercado que tuvo un fuerte parón de visitantes durante la tarde del lunes y en momentos puntuales del martes, aunque en el día de la Comunitat Valenciana también los hubo que plantaron cara a la lluvia y visitaron el mercado con paraguas. Pese a esta circunstancia, desde la empresa que gestiona el evento están «satisfechos con el resultado y la respuesta de la gente», explicaba su gerente, Jorge Morales, quien asegura que volverá a presentar su proyecto de mercado en 2019. Una apuesta la de este año por el rigor histórico y la cultura local, con teatralizaciones y el video mapping de Jaume I que lo convierten en «único en la Comunitat Valenciana».
Pese al balance positivo de Morales, algunos visitante coincidían en admitir que «este año ha estado un poco más flojo en cuanto a la oferta», una apreciación que el gerente justificaba en la necesidad de mantener las medidas de seguridad para el paso de vehículos de emergencia que obligaron a despejar de paradas algunos tramos del recorrido del mercado como es la zona de la Sangre, dando la sensación de más vacío. Por otro lado, varios vecinos de la plaza Facundo Roca y alrededores protestaron por todo lo contrario; la falta de paso, que la empresa solucionó recolocando varias paradas.
