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40 años de vertidos al barranco de la Serva por falta de depuradora

Los vecinos de la urbanización de El Tochar en Torres Torres están dispuestos a acudir a la vía penal si el ayuntamiento no da una solución

Los vecinos de la urbanización de El Tochar en Torres Torres llevan más de 40 años vertiendo las aguas residuales al barranco de La Sarva ante la falta de una depuradora. Una situación que el presidente de la zona, José Luis Castro, ha calificado de «insostenible y vergonzosa en pleno siglo XXI».

Estas aguas sucias se conducen a través de los colectores, desde la urbanización hasta una decantadora, que separa los líquido de los residuos sólidos. Sin embargo, la falta de limpieza y mantenimiento de la misma provoca que el agua no fluya y acabe en el barranco, tal y como ha podido comprobar Levante-EMV in situ. A esto se suma los desagradables olores que tienen que soportar los vecinos, así como la cantidad de moscas y mosquitos que campan a sus anchas en la zona y que hacen muy complicado acceder a la misma.

Estos vecino, más de 50 familias con residencia habitual a las que se suman otras tantas en fines de semana y verano (cerca de 200 inmuebles) llevan una década solicitando la construcción de una depuradora, e incluso presentaron al ayuntamiento un proyecto para su instalación, «que ya no costó por aquel entonces 15.000 euros, del que nadie sabe nada», explicaba el presidente. Además, se han reunido con los diferentes alcaldes de la corporación, «sin que ninguna haya dado una solución al respecto», añadía. La última solicitud de reunión con el que fuera mandatario, Rafa Gil, fue presentada en verano, y «aún no hemos obtenido respuesta».

Los vecinos han calificado la situación de «crítica» y aseguran que están hartos de esperar, por lo que «no descartamos acudir a la vía penal, si no tenemos más remedio», denunciando un posible delito ambiental. Los residentes también están barajando trasladar el problema hasta la conselleria de Sanidad, convencidos de que los hechos atentan contra la salud de vecinos y visitantes.

El ayuntamiento ya ha sido apercibido por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por los vertidos, pese a esto, el problema sigue sin resolverse. Pero por si fuera poco, las lluvias de este verano han hecho proliferar la vegetación alrededor de la decantadora, obstruyendo el paso del agua, un hecho que los vecinos temen que pueda generar problemas en sus casas si el agua «regolfa» y vuelve para atrás al no encontrar salida.

Abandono

Por otro lado, la instalación presenta una situación de abandono que llama la atención y genera cierto peligro, con sus puertas abiertas que dejan vía libre para que pueda acceder cualquiera corriendo el riesgo de caer en la balsa ante la falta de señalización. Además, las vallas que cercan la instalación están llenas de agujeros por los que se puede pasar a la decantadora sin problema. La última limpieza se realizó en enero después de varias peticiones, pero desde entonces la instalación está «completamente olvidada», con el agua filtrando al barranco dada la cantidad de suciedad que se acumula en el fondo. «Ésta es solo un muestra de la «dejadez de este ayuntamiento con nuestra urbanización», quejas que han acabado en un contencioso administrativo en el que los residente denuncia la fata de servicio ofrecidos por la administración local como la limpieza viaria, reparación de asfaltado y falta de mantenimiento de la decantadora, entre otros.

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