El BM Morvedre cosechó una nueva derrota a domicilio, en este caso en el feudo del vigente campeón de la Copa de la Reina, el BM Gijón (34-25), aunque el técnico del conjunto saguntino, Manu Etayo, mantiene su satisfacción por la evolución del equipo. «Cada semana estamos mejor y la adaptación a la competición es buena, pero un par de decisiones malas o cualquier bajón de intensidad en defensa penalizan mucho», asegura el navarro.

Y es que el Morvedre alcanzó el ecuador en tierras asturianas con empate a 15, llegó a adelantarse en la segunda mitad y tuvo un balón para reducir su desventaja hasta los dos goles con apenas 10 minutos por jugar, pero en ese momento «bajamos nuestro rendimiento y nos superaron. Es una pena porque estamos cerca, pero ya sabíamos que el calendario para empezar era complicado y debemos mantener la tranquilidad», añade Etayo.

La dificultad de las contrincantes no se relajará en la próxima jornada, que se retrasa hasta el miércoles 24 cuando el europeo Atlético Guardés, que es líder tras ceder su primer punto en la quinta jornada, visite el René Marigil. Según el entrenador del BM Morvedre, «en casa debemos dar un poco más y plantarles cara, aunque es una plantilla muy fuerte que está entre las favoritas para ganar la liga».

Con Violeta Puche de vuelta a los entrenamientos y la única baja de Lorena Zarco, las saguntinas afrontarán, después de recibir a las gallegas, la eliminatoria copera frente al Pucho antes de medirse en liga a uno de los rivales directos por evitar el descenso como el Castellón.