El Ayuntamiento de Canet d´En Berenguer prevé trasladar el museo etnológico a la casa del farero para «salvarlo y reactivarlo», según señala el alcalde, Leandro Benito (PP). Este traslado está condicionado a que el Ministerio de Fomento acepte incluir esta infraestructura en el proyecto de Faros de España. Según explica Benito: «Buscamos una mejor ubicación al museo, realzarlo y ampliarlo, ya que el nuevo proyecto incluirá elementos marítimos propios del faro. además de todas las herramientas, maqueta y lo que está expuesto en el museo etnológico».
A la espera de recibir el visto estatal para ocupar la antigua casa del farero, el alcalde de Canet es optimista: «Hemos recibido alguna información en el sentido de que se ve con buenos ojos nuestra idea, aunque debemos esperar a la resolución oficial».
Desde la oposición y más concretamente desde Compromís, su concejal César Gargallo ha denunciado lo que entiende es un estado de «abandono y arrinconamiento» del actual museo. El partido mayoritario de la oposición ha instado al gobierno a que dote al museo de un técnico cualificado en patrimonio para ponerlo en valor y poder asumir los hallazgos arqueológicos dirigidos al museo. Según Gargallo, «la Generalitat ha designado a nuestro museo como depositario de los hallazgos que se produzcan en diferentes excavaciones de la comarca». Desde Compromís se teme que la supuesta dejadez motive que el Consell designe otra localidad como depositaria.
El equipo de gobierno sale al paso de estas críticas al señalar que «ellos saben nuestra intención de trasladarlo a la casa del farero, pero prefieren hacer ruido con este tema cuando el museo lleva en este estado que ellos llaman de abandono desde el 2003, cuando gobernaban precisamente ellos y nosotros nos lo encontramos así en 2011», señala el alcalde, quien añade que «lo mejor es cambiarlo de ubicación porque en el actual lugar hay humedades y no es el recinto adecuado porque ya existen otras actividades».
Por último, desde Compromís se anuncia que prestarán toda la colaboración y ayuda posibles al gobierno en caso de que este opte por realizar una inversión en el museo etnológico, ya que «perder una oportunidad, perder un museo, perder un espacio cultural con posibilidades si se gestiona correctamente sería un error imperdonable».
