Es un reconocido maestro florista a nivel internacional que lleva años derrochando creatividad y arte con elegantes e impresionantes composiciones, ya sea al decorar eventos o al dar forma a un ramo. Sin embargo, él mismo reconoce que en Latinoamérica es querido de una forma especial. «Allí me tienen como un dios. Fui el primer europeo que empezó a impartir talleres a profesionales y es impresionante como me quieren», admitía al valorar para Levante-EMV su larga trayectoria por aquellas tierras.
La última distinción le llegó cuando la Asociación de Floristas Iberoamericanos le nombró miembro honorario en la reciente Iberiada celebrada en México, una cita que reúne a profesionales del sector. De esta forma, la entidad le ha querido agradecer «toda su aportación para la profesionalización del florista latinoamericano», tal y como explicaba su directora Roxana Barriento; un gesto que el saguntino sabe apreciar. «Me emocioné mucho al recibir la noticia. Es un honor», aseguraba este profesional que en su día ganó en París la Medalla Oro al mejor florista europeo.
Después de 25 años de enseñanza y trabajos en varios países latinoamericanos, León afirma que esa trayectoria por aquellos lares surgió «sin proponérmelo» pues fue la presidenta de la Asociación de Floristas Iberoamericanos, Roxana Barriento, la que «me buscó» para dar clases.
Con su habilidad para las composiciones barrocas y su forma de explicar, León acudió a Brasil y Ecuador. Lo hacía además tras haber sintetizado sus enseñanzas en un libro que aún se estudia en la Escuela Iberoamericana.
Luego, llegaron sus talleres en Venezuela, Colombia, Guatemala, Bolivia, México o Costa Rica. En todas esas citas, era anunciado como Maestro, el Gran Maestro Español o el Gran Maestro Internacional, como ocurrió en 2003 en la lberiada. «Les impresionan mucho mis suntuosos montajes para eventos. Y yo, desde luego, he estado encantado de trabajar con ellos y de representar a España, tanto allí como cuando participé por ejemplo en la Copa de Europa en Bruselas», aseguraba.
León también recuerda con orgullo cómo en 2008 fue nombrado Visitante Distinguido de la ciudad de Guatemala. Pero destaca que en 2011 obtuvo «el galardón más preciado» de los floristas iberoamericanos: El premio Enrique Arroyo que entrega su asociación profesional. «Allí la verdad es que soy muy querido», apuntaba tras haber hecho también demostraciones y cursillos por Francia, Alemania, Portugal o Grecia.
De cara al futuro, prevé acudir a la Iberiada de Bolivia, representar a España en Perú y seguir colaborando con prestigiosos diseñadores como Francis Montesinos, ya sea en escenografías de desfiles, tocados o escaparates. «Siempre estoy abierto a todo tipo de propuestas» decía tras haber puesto en marcha no sólo una escuela propia sino también una plataforma online formativa.
