Salió de fiesta y, al día siguiente, fue detenido en el Port de Sagunt, después de «atrincherarse» en el piso de un amigo, al que no dejaba entrar. Su negativa a abrir la puerta provocó que agentes de la Policía Nacional acudieran a la vivienda, acompañados por los bomberos por si había algún problema más grave. Sin embargo, el hombre opuso una enorme resistencia y tras unos momentos de tensión, fue arrestado por coacciones y desobediencia a la autoridad.

La detención se produjo sobre las 19 horas en un domicilio cercano a la playa del Port de Sagunt, situado concretamente en la calle Castellón.

La noche anterior, el propietario de la vivienda había salido de fiesta con un amigo y le dejó su piso para que se fuera a dormir mientras él apuraba todavía más el fin de semana. La sorpresa llegó luego cuando su amigo no le abría la puerta y el dueño se quedaba sin poder entrar a su casa. A pesar de las numerosas llamadas a la puerta, todo era en vano. Y aunque finalmente los agentes consiguieron abrirla, el hombre se resistió y todo se complicó aún más.

El arrestado, un vecino de Sagunt de unos 30 años ya conocido por la policía por atentado contra la autoridad y delito contra salud pública, acabó durmiendo en el calabozo y fue puesto el lunes a disposición judicial.