Tres guardias civiles de la Compañía del Port de Sagunt lograron salvar la vida el pasado martes al huésped de un hotel de la localidad, que empezó a sentirse indispuesto sobre las 21 horas y acabó sufriendo una parada cardiorespiratoria.

La casualidad había querido que los agentes llegaran poco antes hasta el lugar donde se encuentra este hotel, que está situado fuera del casco urbano, entre Sagunt y Gilet. En concreto, uno de ellos que estaba fuera de servicio acabó llamando a una patrulla al ver a un coche que circulaba dando bandazos e invadiendo el carril contrario. Al tener que declarar como testigo, este guardia que además es técnico en Emergencias Sanitarias y miembro de Protección Civil de Puçol, acabó esperándose junto al hotel La Pinada, donde finalmente sus compañeros interceptaron al conductor, que acabó dando positivo en la prueba de alcoholemia.

En ese momento, un camarero del hotel salió pidiéndoles ayuda al enterarse de que un huésped se encontraba mal y había acabado sentándose en un pasillo. De inmediato, el agente fuera de servicio y la patrulla acudieron, mientras la Guardia Civil de Tráfico se hacía cargo del conductor.

"Al principio sí respondía a estímulos, pero tenía el brazo y la piernas dormidos y estaba sudando. Cuando mejoró un poco, lo bajamos a la planta inferior, pero unos minutos después ya empezó con dificultad para respirar y luego entró en parada, por lo que empezamos a aplicarle las maniobras de reanimación. Yo las aprendí en un curso, al entrar en la Guardia Civil, pero creo que todo el mundo debería conocerlas porque como en este caso pueden resultar fundamentales", explicaba a Levante-EMV uno de los agentes que le salvó la vida, C.G.G.

Durante casi media hora, los tres se fueron turnando para reanimarle, de acuerdo con las técnicas de primeros auxilios hasta que llegó la ambulancia, por lo que los servicios médicos consideraron luego que su intervención había sido fundamental para lograr estabilizarle hasta su traslado al Hospital de Sagunt.

El herido, un portugués de 47 años, quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Sagunt y, al menos hasta hoy al mediodía, seguía recuperándose allí, según explicaron fuentes próximas al caso.