El salón de actos del Ayuntamiento de Canet d' En Berenguer se ha llenó ayer de emociones durante la celebración del 40 Aniversario de la Constitución y los ayuntamientos democráticos con un homenaje a todos los alcaldes y concejales que han pasado por la corporación en este tiempo.

El acto, sin precedentes en la comarca, dejó un lado diferencias, rivalidades y polémicas para reafirmar los valores democráticos y el esfuerzo personal realizado por esos 63 políticos para mejorar la calidad de vida en la población.

Ante más de cien personas, numerosos exediles y ediles fueron recogiendo, uno a uno, una placa en reconocimiento a su labor. En este acto presidido por el primer edil, Leandro Benito, no faltaron los dos exalcaldes, Amparo Mañó y Octavio Herranz, así como Concha Forner, la viuda de Enric Altabella, que gobernó Canet varios mandatos consecutivos.

En nombre de éste último, su inseparable amigo y mano derecha, el exedil Mariano Ferrer, había preparado un texto para dirigirse al público pero, al final, su emoción fue más expresiva.

La alcaldesa desde 2004 a 2009, Amparo Mañó, destacó el valor de la libertad y consideró que «aunque nunca tendremos una sociedad perfecta, podemos elegir a nuestros representantes y hacer lo que queremos, no como antes» dijo tras recordar que la Guardia Civil llegó a ir a su casa en la dictadura para recabar datos de su familia antes de que su hermana se casara con un militar. Además, reconoció haber tenido dos maestros en política, Enric Altabella y Mariano Ferrer, recordó «a todos los que ya no están» y agradeció la colaboración altruista de muchos.

Su sucesor en el cargo desde 2009 a 2011, Octavio Herranz, destacó los últimos 40 años «de derechos y libertad» y subrayó su confianza en que los próximos «sean también de esto y no vayamos hacia atrás», aseguró tras agradecer «el trabajo, dedicación y horas robadas a las familias» de los ediles. «Aunque en muchos momentos pasaron cosas ingratas, sé que todo lo hicisteis de corazón», dijo.

El alcalde, Leandro Benito, resaltó su convicción de «que estos 40 años de democracia y de libertad había que ponerlos en valor». «Tenemos un país que ha mejorado mucho, a pesar de que sigue habiendo problemas. Y Canet no es diferente, porque también ha mejorado gracias al trabajo de ustedes». De esta forma, dio la enhorabuena a todos «por dejar las bases de lo que hoy es Canet. Uno de los municipios con mejor calidad de vida», dijo tras aludir a un ranking publicado por Levante-EMV.

Así, con alusiones vagas a los «momentos difíciles» y sin referencias a cuestiones polémicas, como el encarcelamiento del exsecretario municipal o los procesos judiciales en marcha, se dio paso al descubrimiento de unas placas en el salón de plenos con los nombres de quienes fueron ediles y alcaldes las últimas cuatro décadas, así como a un vino de honor.