El Atlético Saguntino y el CD Acero se reencontraron con la victoria en la decimosexta jornada del grupo VI de Tercera División. Cuando el campeonato enfila la recta final de la primera vuelta, estos triunfos permiten a ambos acercarse a sus objetivos, que en el caso de los rojillos es recuperar su sitio en la categoría de bronce del fútbol español y en el de los rojiblancos es afianzarse en categoría nacional.

Estos últimos, que se impusieron 3-1 al Jove Español, ganaron sin problemas en el que no fue su mejor partido en cuanto a juego, pero si en el acierto frente a la portería rival. Los goles de Sospeña, Santi Arrachea y Clausí dieron ventaja a los hombres de Abel Buades, que solo al final y con los tres puntos en el bolsillo vieron como los visitantes anotaban el tanto del honor.

Los aceristas rompieron así su mala suerte de hacer buenos partidos y perderlos en los últimos minutos, de tal forma que se alejan ligeramente de los puestos descenso. El capitán porteño, Sergio Peris, destaca que «estos tres puntos nos vienen muy bien, porque nos alejan de la zona de abajo y ya llevábamos 3 o 4 partidos sin conocer la victoria haciendo buenos partidos. Lo necesitábamos».

El jugador rojiblanco añade que «creo que no fue nuestro mejor partido, pero lo que cuentan son los tres puntos y que tuvimos muchísimas ocasiones. No fue el que más controlado tuvimos, pero si en el que hemos conocido la victoria. Estos tres puntos nos dan aire para seguir respirando y alejarnos de los puestos peligrosos», concluye el capitán.

Mientras, el Saguntino sufrió hasta el final con un marcador que decantaba de un lado y del otro, pero lograron el triunfo al final. En un trepidante partido, los jugadores de Dani Ponz fueron los primeros en ponerse por delante con un tanto de Ubach, pero la reacción de los locales no se hizo esperar y dieron la vuelta al electrónico. Lejos de hundirse, los rojillos pelearon hasta lograr algo más que un punto con dos goles seguidos de Adrià Granell y Mateu Ferrer que contra todo pronóstico volvieron a dar la vuelta al marcador y lograr los tres puntos.

El técnico rojillo destaca que «fue un partido difícil, porque era un campo pequeño muy poco iluminado y nos costó mucho encontrar el balón. Entramos en el partido mal, porque no acabamos de controlar el balón. A los 10 minutos nos adaptamos y empezamos a leer bien el partido por sus puntos débiles. Llegamos al descanso con el marcador favorable y una mala jugada en zona central nos penalizó con el 1-1. No tuvimos mayor problema después del gol, pero el arbitro pitó una falta inexistente que se tradujo en su segundo gol. Tras un doble cambio, logramos muy buena movilidad de balón y dos centros laterales que nos permitieron remontar».

Más allá del juego, Ponz lamenta que «hubo un ambiente hostil, que provocó la expulsión de Mateu, pero creo que los chicos hicieron un gran partido y aguantando cosas que no se tienen que aguantar. Estoy orgulloso de ellos».