La nueva campaña anunciada por el Ayuntamiento de Sagunt, incluso con coches camuflados, para conseguir que se cumplan las normas de tenencia de animales es la gran esperanza de muchos vecinos acobardados con la presencia de perros sueltos, canes potencialmente peligrosos sin corea ni bozal o que dejan sus excrementos en cualquier lugar.
Aún así, quienes transitan por zonas peatonalescomo la ronda del Castillo o el delta del Palància esperan que ese mayor control policial llegue allí también y esto implique una mayor concienciación ciudadana.
«Espero que a nadie más le muerda un perro suelto como me pasó a mí en la ronda del Castillo», reconocía a este diario José Martínez, un residente en el Port de Sagunt que acostumbra a ir caminando a diario hasta allí de buena mañana y que, recientemente, sufrió una mordedura al coincidir con dos canes que había sueltos en la zona sin su dueño. «Eran dos pequeñitos. A uno le planté cara y, por detrás, el otro me hincó el colmillo y me hizo un moratón, así que tuve que ir al centro de salud, donde me tuvieron que poner la antitetánica y he tenido que estar 10 días con antibiótico», explicaba a este diario tras admitir que no llegó a presentar denuncia. «Luego por un vecino me enteré que esos perritos eran de un señor mayor que ya no puede sacarlos a pasear, pero claro lo que no puede ser es que los suelte sin más».
Martínez admite que en muchas ocasiones ha tenido que cambiar su itinerario para no encontrarse con más perros que van sueltos por allí. «Me ha pasado con varios, que además son grandes. La última vez, iba su dueño a cierta distancia y, al final los llamó. A mí me dijo lo típico, que no hacen nada, pero tienen buenos colmillos y nunca se sabe», apuntaba.
Otros residentes en la zona admitían que, desde hace tiempo, han optado por alejarse de la ronda e ir a pasear sus perros al río, ante el temor de encontrarse con canes sueltos, hasta de raza potencialmente peligrosa. «Yo prefiero andar porque no quiero problemas», decía uno de ellos.
El concejal de Policía, Enric Ariño, aseguraba que ya ordenó aumentar la vigilancia por la zona y que confía en que la nueva campaña dé resultados.
Hay vecinos, sin embargo, que apuntaban: «En el ayuntamiento deberían tener muy claro que el hecho de que vaya la policía hasta el Teatro Romano, se fume un cigarrito y se vaya no sirve de nada". «Tendrían que ir por la ronda. Incluso antes de que se haga de día hay gente que sale con sus perros y los suelta. Y eso por no hablar de las cacas», afirmaban.
Como apuntaba José Martínez, «la mayoría de la gente no recoge los excrementos de sus perros. Es un escándalo. Hay días que en 50 metros habrá unas 40. Excepto una mujer y una chica que a veces hasta llevan una botellita de agua para limpiar los restos de pis, esto cada vez va a peor», decía.
