EU y PP protagonizaron ayer los debates más encendidos en un pleno de Sagunt que duró menos de dos horas. El primer punto en el que ambas formaciones coparon las intervenciones giró en torno a la exhibición en la fachada del ayuntamiento de la bandera republicana, cuestión sobre la que los populares intentaron sin éxito que no se repitiera el próximo 14 de abril una práctica que ha sido avalada por una reciente sentencia.
Antes de entrar de lleno en los actos para la conmemoración del 88º aniversario de la II República, donde los populares si se mostraron de acuerdo en condenar el golpe militar del 18 de julio de 1936, el PP propuso que el ayuntamiento mantuviera su «neutralidad y objetividad» institucional y no se izara la bandera republicana desde edificios municipales.
Roser Maestro (EU) replicó que la reciente sentencia permitía ejercer este derecho «con plena legalidad» y consideró este gesto como «un homenaje necesario» al«primer régimen democrático de nuestra historia que instauró un verdadero Estado de Derecho y proclamó la primera constitución democrática de España».
Pero si en este punto ambas formaciones mostraron sus desacuerdos, poco después fueron los dos únicos que apoyaron la moción presentada por EU para la abolición de la prostitución y la adhesión a la red de ciudades libres del tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución. La moción fue aprobada con la abstención del resto de grupos, entre quienes intervinieron para justificar su posición tanto la concejala de la Dona, María Giménez, como la edila de Compromís, Asun Moll.
Ambas coincidieron en que la prostitución voluntaria entre personas adultas «es un debate abierto dentro del movimiento feminista sobre el que todavía no hay una postura definida, así que se ha aparcado para no causar división». En cualquier caso, ambas remarcaron su absoluto rechazo a la trata de personas.
