El alcalde de Gilet, Salva Costa, ha mostrado su satisfacción por el «éxito» en la aplicación de la primera fase de la ordenanza de solares, aunque también ha advertido que el ayuntamiento empleará «la fórmula coercitiva» con los propietarios «más remisos».

Esta normativa, que obliga al vallado y limpieza de las parcelas, ya ha permitido «cambiar la fisonomía de los sectores afectados, sobre toda en la zona del Pla de la Venta y el Balcón de la Penya, donde -según informa el socialista- más de un 60 % ha procedido a cumplir lo previsto en la disposición municipal».

Sobre la puesta en marcha de una segunda fase, Costa apunta que «se conminará a los propietarios a ajustarse a la ordenanza y, en el caso de no ser así, los servicios municipales efectuarán las tareas de limpieza y vallado», que posteriormente se repercutirán en los dueños de los solares.

En este sentido, el alcalde de Gilet reconoce que, más allá de las dos urbanizaciones reseñadas, «la disposición no ha tenido tanto éxito en otras zonas de la población y habrá que obligar a que se adecenten las parcelas, ya que constituyen un grave peligro, sobre todo de incendio, debido a la maleza y la vegetación descontroladas, especialmente en los espacios limítrofes a las zonas forestales que envuelven las urbanizaciones de esta localidad».

Según Costa, «entre la limpieza de solares y las actuaciones de Tragsa y Vaersa hemos conseguido reducir el riesgo, aunque nunca es al 100 %. Se han eliminado muchas zonas peligrosas, se han realizado franjas perimetrales y se han mejorado caminos forestales, pero el riesgo siempre está ahí. Es necesario aplicar políticas de prevención, pero la colaboración ciudadana es fundamental. No puede ser que se abandonen restos de poda y gran cantidad de trastos y muebles al lado de los contenedores normales, cuando existe un ecoparque fijo y otro móvil que nos visita cada 15 días».