La despoblación no es un problema que afecta a El Camp de Morvedre ni a ninguna de sus 16 localidades, incluida Segart, que no llega a los 160 habitantes. Así lo cree la Generalitat en función de los requisitos establecidos en su Fons de Cooperació Municipal per a la Lluita contra el Despoblament dels Municipis de la Comunitat Valenciana, condiciones que contemplan como beneficiarios de esta ayuda a las localidades con menos de 120 residentes o a las que cumplan al menos cinco de las seis situaciones planteadas en el decreto aprobado a mediados de octubre del pasado año.
Estos indicadores se refieren a la densidad de población, es decir, las personas por kilómetro cuadrado; el balance demográfico durante los últimos 20 años; la tasa de crecimiento vegetativo en estas dos últimas décadas, que es el diferencia entre nacimientos y defunciones; la tasa de envejecimiento, que señala el porcentaje de población mayor de 64 años con respecto a la menor de 16; el índice de dependencia, que refleja la proporción de vecinos en edad de trabajar con respecto a la suma de los mayores de 64 y los menores de 16; así como la tasa migratoria, que recoge el balance entre las entradas y salidas de población en los últimos 10 años.
De estos criterios y según los datos de referencia publicados esta semana por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, la comarca en su conjunto no cumple ninguno, al tener una densidad de algo más de 334 habitantes por kilómetro cuadrado, cuando el fondo de despoblación fija un máximo de 20; un incremento poblacional del 24,4 % desde 1998, el límite es 0 %; un crecimiento vegetativo del 0,1 %, cuando el cumplimiento de este requisito exige un -10 %; un envejecimiento del 126,9 %, con el mínimo fijado por el Consell en el 250 %; un índice de dependencia del 56,7 %, por el 60 % que se exige como máximo; y una tasa migratoria del 2,1 %, cuando para cumplir esta condición se pide estar por debajo del 0 %.
Este escaso riesgo general de despoblación contrasta con la situación de algunos municipios de El Camp de Morvedre, entre los que destaca Segart y sus 158 empadronados. La pequeña localidad enclavada en plena Sierra Calderona tan solo tiene problemas, según siempre los márgenes fijados por la Generalitat, tanto con los crecimientos poblacional y vegetativo, como con el índice de envejecimiento, pero los restantes tres requisitos de esta lista los incumple con mayor o menor holgura.
Estivella y Algímia d'Alfara
En parecidas circunstancias se encuentran Algar de Palància, Benavites y Quart de les Valls, que solo alcanzan tres de los seis índices planteados por el fondo autonómico para la lucha contra la despoblación, mientras que Estivella y Algímia d'Alfara cumplen dos, y Alfara de la Baronia, Quartell y hasta Sagunt uno, en este último caso por tener una tasa migratoria negativa.