El Col·lectiu pel Patrimoni Saguntí organizó un año más la Trobada del Castell, un acto lúdico y reivindicativo que cumplió su XVI edición entre quejas por el estado que presenta en general al patrimonio de Sagunt y la ilusión del camino emprendido para que la capital comarcal sea declarada Patrimonio de la Humanidad.

Antes de que els Germans Caballers hicieran sonar una muixeranaga y Saguntum Civitas recreara el entierro de Cneo Baebio Gemino, la periodista Palmira Benajas fue la encargada de leer un manifiesto, en el que destacó los avances que se han conquistado en los últimos años con respecto al patrimonio para alcanzar un "mayor reconocimiento".

Sobre estos cambios, a los que "además de las instituciones, han contribuido colectivos que trabajan para que los restos no se deterioren y se musealicen", Benajas reconoció que "cuando yo era pequeña, pensaba que todo en Sagunto era romano, hasta Romeu, porque nadie nos explicaba en la escuela la historia local. De hecho -añadió- la primera noticia que cubrí fue el derrumbe del techo del Museo Arqueológico, donde no tenía ni idea lo que había".

Además de destacar que ahora "se ha conseguido que queramos proteger el patrimonio para nosotros, no solo para enseñarlo", la periodista señaló que "los ciudadanos tenemos hambre de Patrimonio, ya lo queremos y debemos reclamar que se siga el camino emprendido para obtener el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad".