La tregua que dio la lluvia durante algunos momentos de la tarde de ayer permitió salir a la procesión del Santo Entierro de Sagunt, una de las más bonitas de la Semana Santa Saguntina. Sin embargo, el temor a que el agua pudiera reaparecer con fuerza a tenor de las predicciones meteorológicas que así lo apuntaban, llevó a la Confraria de la Puríssima Sang a tomar la decisión de no procesionar con las andas por miedo a que parte de este patrimonio pudiera quedar dañado por el agua. Sin embargo, sí que lo hizo la Veracreu, que portaron los mayorales del año, en cuyos rostros se plasmaba una mezcla de sentimientos, por un lado la emoción por el privilegio que supone portar el presente más valioso de la cofradía y por otro, la tristeza y la impotencia a causa de las condiciones meteorológicas, que deslucieron la procesión.

Pese a todo, el tiempo no doblegó al pueblo de Sagunt que decidió salir a la calle para secundar los actos previstos y dar su apoyo a la fiesta y a la mayoralía del año.Prueba de ello fue la asistencia que registró la subasta de pasos, que aunque reunió a menos gente, logró llenar los alrededores de la ermita de la Sang.

No fueron muy altas las pujas, por temor a que la procesión pudiera suspenderse, aunque ya se había advertido que de no celebrarse el Santo Entierro, el importe pagado por los pasos se devolvería. Aún así, el buen humor que pusieron los mayorales y el apoyo dado por los presentes hicieron de la subasta una de las más distendidas de los últimos años.

Cerca de 3.700 euros se lograron recaudar en ese momento, que serán finalmente devueltos, una cifra que dista de los más de 10.000 euros del año pasado. Sin embargo, fueron más altas las pujas por los sayones (470 euros), y el incensario (1.000 euros).

Otro de los cambios significativos de la procesión fue la ausencia de las colas en los trajes de cofrades, que se recogieron para darle mayor agilidad. Por otro lado, algunos mayorales decidieron no portar el cinturón, como los de la Mayoralía de 2020, que debían estrenarlo ayer y que pospusieron por temor a que la lluvia pudiera estropearlos.

Pese a todo, cientos de cofrades secundaron la procesión del Santo Entierro, con capirote algunos y otros, los que iban a portar andas, no; sus hachas encendidas y sus bolsillos llenos de caramelos como manda la tradición, dulces que donaron a quienes los reclaman bajo la tradicional expresión de «un caramelet».

Viacrucis

El día comenzaba a las 06 horas con la salida del Nazareno de la ermita de la Sang para iniciar el Viacrucis por el Calvario de Sagunt. Una penitencia muy dura para la Mayoralía de 2018, portadora de la imagen, que vivió momentos complicados por las condiciones en las que se encontraba el asfalto, bastante mojado y resbaladizo. Pese a la dificultad, el Viacrucis se desarrolló con normalidad y reunió a cientos de personas, que una vez más demostraron el fervor por la Semana Santa Saguntina. Tras el acto, tuvo lugar el Sermó de la Galtà a cargo de Dubiel Ruiz, quien puso de manifiesto su excelente relación con la mayoralía del año.