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Balance

Cosechas pasadas por agua

El taponamiento de la gola en Almardà vuelve a inundar los campos y complica más la campaña

Los campos presentan un palmo de agua que impide la siembra. dani tortajada

Los agricultores del marjal de Almardà vuelven a vivir la angustia de ver sus campos inundados de agua. Una situación que de nuevo pone en peligro parte de la cosecha que ya hay plantada mientras retrasa la siembra en otras zonas.

La responsable de esta situación, que se viene arrastrando desde la última década, con promesas de solución, legislatura tras legislatura, es la Gola, un desagüe natural que vierte al mar las aguas sobrantes del humedal regulando así el sistema hídrico del mismo. Sin embargo, el mal funcionamiento de esta gola, sin turbinas y compuertas que permitan esta regulación, viene generando muchos problemas, entre ellos las inundaciones de las zonas de cultivo e incluso las propias urbanizaciones, ya que su taponamiento continuo impide salir el agua acumulada en la superficie al mar.

El temporal que ha asolado la costa levantina durante esta Semana Santa ha vuelto a taponar de sedimentos marinos este desagüe generando más de un palmo de agua en el marjal, lo que ha obligado a los agricultores a contratar maquinaria pesada para retirar la arena de la gola y facilitar la salida al mar de toda el agua estancada en la zona de cultivo. Además de retirar la arena en dos ocasiones en lo que va de semana, ya que los sedimentos volvían a parecer en menos de 24 horas dado el temporal, los labradores se han visto obligados a instalar bombas de achique en sus campos para poder extraer el agua acumulada en los mismos.

Más de 7.000 euros en gastos

De momento aseguran que llevan más de 7.000 euros gastados desde finales de febrero, una cantidad que corresponde a la suma del alquiler de la retroexcavadora más el gasóleo consumido de las bombas de achique. Gastos extras que tendrán que volver a añadir como cada año a los propios de la producción.

La falta de beneficios que genera la campaña ha llevado al abandono de muchas tierras cultivables en este marjal, un porcentaje que se incrementa año tras año al no ponerse solución al problema de la Gola.

De nuevo, los agricultores han puesto el grito en el cielo, y aunque desde la Conselleria de Medio Ambiente se viene asegurando desde que comenzó el mandato político que el tema se va a solucionar, lo cierto es que han pasado cuatro años y el problema sigue vigente, pese a que existe un proyecto redactado para instalar turbinas. Pero son los «cambios técnicos en el proyecto» los que vienen retrasado su puesta en marcha, tal y como explicó el concejal de Agricultura de Sagunt, Enric Ariño a Levante-EMV.

Este medio ha contactado en varias ocasiones con la conselleria de Medio Ambiente para tratar de conocer en qué momento se encuentra el proyecto y si hay fecha del inicio de obras, pero de momento, no se ha obtenido respuesta.

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