Son estos momentos en los que quisiéramos ser los mejores poetas y elegir las mejores palabras para el recuerdo que puedan reflejar el dolor y la tristeza que nos inunda y rodea tu pérdida a nosotros y a todos tus amigos y amigas. Te fuiste Montse Solaz, querida amiga Montse. Te fuiste sin decirnos dónde vas? Aquí nos dejas con la mente llena de recuerdos y de lágrimas que quieren decir lo que las palabras no pueden.

Nos dejas querida Montse. Tu inigualable sentido de la vida. Tu sensibilidad ante todo lo humano, tu amistad incondicional, tu vocación docente, tu coherencia política, tu pasión por el arte, los viajes, la búsqueda constante de lo novedoso para enriquecer tu vida y contagiarnos con tus relatos.

Ya eres inolvidable. Aunque esto no nos sirva de consuelo.

Tu imagen nos viene a la mente en infinidad de charlas en reuniones de trabajo, con tu criterio claro. Si algún «defecto» te señalamos fue que creías demasiado en las personas. Para ti era imposible pensar que podía haber mala intención en la política. Un defecto admirable, si todos fuéramos así.

Nos dejas querida Montse y por ello nos enfadamos con el mundo, con la vida, que es injusta. Pero como tú nos dirías? la vida es así y así hay que tomarla.

Afrontaste la cruel enfermedad que desafortunadamente te eligió con serenidad y valentía, luchando hasta el final por la vida que tanto amaste. Te has ido consciente, conformada y tranquila, transmitiendo consuelo a los tuyos en un ejercicio extremo de generosidad.

Queremos trasladarte nuestro agradecimiento inmenso por todo lo que nos diste, por todo lo que nos seguirás dando desde tu recuerdo que se nos aparecerá por sorpresa una y otra vez a lo largo de nuestra vida.

Nos unimos desde aquí al dolor de tu familia, tus amigos y amigas dispersos por todo el mundo.

Hasta cada momento, querida amiga Montse. Hasta cada momento.