La apuesta de la ejecutiva local del PSPV-PSOE en Sagunt por intentar reeditar el gobierno tripartito con Compromís y EU seguía ayer sin avances, en algo que los socialistas atribuían a «problemas de agenda» y que las otras dos formaciones intentaban llevar sin perder la paciencia, aunque cada vez con más escepticismo sobre la posibilidad de que haya un acuerdo antes del sábado, cuando se constituirá la nueva corporación.
A falta de cinco días para la investidura del nuevo alcalde, el PSPV tenía previsto hoy mantener su segunda reunión con Compromís y luego ya convocar una a tres bandas con EU. Y ello a pesar de que la coalición de izquierdas ya urgía el pasado viernes a acelerar los contactos para poder ratificar los acuerdos en una asamblea antes del sábado.
«Nuestras intenciones de buscar un acuerdo a tres son las mismas. No ha cambiado nada», decía ayer a Levante-EMV el socialista Darío Moreno, después de que su agrupación estuviera centrada desde las 18 horas en las votaciones convocadas para que los militantes ratifiquen que el partido llegue a un «pacto de gobierno progresista en la Comunitat Valenciana con las otras fuerzas progresistas».
Desde Compromís y EU se ratificaba a este diario su voluntad de buscar acuerdos que permitan un gobierno estable de izquierdas y, aunque en privado se reconocía cierta sorpresa porque se siga con esta incertidumbre más de 15 días después de las elecciones, en público se optaba por la moderación.
La secretaria local de Compromís, Asun Moll, reiteraba a este diario que «ahora los tiempos los marca el PSOE» y que los nacionalistas «siguen esperando». «Realmente, si hay voluntad de llegar a acuerdos, en una tarde se puede cerrar el pacto, pero no lo sabemos. Igual no hay voluntad», decía a media tarde, sin saber aún si les convocarían a un encuentro para hoy.
«Conforme pasan los días, es más complicado llegar a un acuerdo antes del sábado», consideraba el coordinador local de EU Roberto Rovira, si bien a esto añadía: «Ellos verán. La responsabilidad de tomar la iniciativa es del PSOE. Y la legislatura es larga».
Rovira insistía en este sentido en que «deprisa y corriendo no salen bien las cosas», aunque dejaba cierto espacio para la esperanza: «Todo dependerá de la voluntad que se tenga para llegar a acuerdos».
