Estivella vuelve a sufrir dos nuevos robos en sus urbanizaciones. Esta vez, los asaltos se producía en una zona próxima al pla de Estivella a poca distancia de la Penya Llisa, donde sufrieron hace dos meses una oleada de robos a los que hay que añadir el de la semana pasada en un motor situado frente al camping.

Los hechos ocurría el lunes por la noche cuando varios sujetos entraban en dos casa aprovechando que sus propietarios estaban de viaje. Se llevaron joyas y dinero de ambas viviendas además de documentos bancarios. Tal y como ha podido saber Levante-EMV, los propietarios de ambas casas eran familiares directos del dueño de la finca agraria en el que entraron a robar la semana pasada, aunque por suerte fueron sorprendidos y se vieron obligados a huir.

Los ladrones utilizaron un modus operandi muy similar al de los robos en Penya Llisa. Saltan la tapia y acceden a la propiedad a través de las ventanas. En ambas caseta de disparó la alarma lo que logró ahuyentar a los delincuentes, aun así se llevaron objetos de valor y dinero en metálico. Además, intentaron robar en uno de los trasteros de la finca, al que accedieron destrozando la puerta.

Hasta el lugar de los hechos se acercaron dos patrullas de la Guardia Civil que ya han iniciado diligencias de investigación para esclarecer lo sucedido. También acudían dos vecinos de la urbanización Penya Llisa, que fueron alertados por un familiar de los propietarios. El presidente de esta asociación de vecinos, Dióscoro Martín, sostenía que los ladrones «sabían a lo que iban». Además se sospecha que conocen la zona a la perfección. «Esto tiene un acceso complicado y nos es fácil llegar hasta aquí».

Lo ocurrido ha vuelto a generar preocupación entre los vecinos de esta urbanización que han anunciado que solicitarán una reunión con el próximo alcalde de Estivella para pedirle que «ponga fin a la comisión de servicio de sus dos policías locales y los haga regresar», terminaba el presidente.

Cabe recordar que los vecinos tuvieron una reunión con la subdelegación del gobierno para protestar por la falta de efectivos y reivindicar un mayor número de éstos en la Baronia que pudieran hacer frente a la «inseguridad ciudadana que padecemos».