Un hombre ha sido condenado a siete meses de cárcel por la comisión en Sagunt de un delito de receptación. Primero fue el juzgado de lo penal número 12 de València y ahora la Audiencia Provincial de València los que han ratificado esta pena por los hechos ocurridos en febrero de 2016.

Según consideran probado ambas sentencias, esa fue la fecha en la que «personas desconocidas» forzaron la puerta de entrada de un trastero de donde «se apoderaron, entre otros objetos, de un casco de moto, al que el dueño había hecho unas marcas y que tenían un bocado en la visera».

Aproximadamente un mes después, según continua este relato, la víctima vio que ese mismo casco estaba puesto a la venta en una tienda de empeños en el Port de Sagunt. Tras presentar denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, los agentes se personaron en el establecimiento, donde identificaron el casco, lo intervinieron, se lo devolvieron al dueño e iniciaron la investigación que les condujo hasta el hombre que lo había vendido «a sabiendas de su procedencia ilícita».Una pista de la comisión del delito fue el precio «ridículo» por el que se desprendió del casco, apenas 20 euros, cuando su valoración rozaba los 222 euros.

Tras la primera sentencia, el acusado recurrió y entre sus argumentos aseguró que desconocía el origen ilícito del casco, que le había dado su hermano. Sin embargo, la Audiencia considera inverosímil esa teoría, ya que «no acredita que el hermano fuese motorista o tenedor del casco, lo que hace sospechar que conocía la alta probabilidad del origen del delito».