La rápida reacción de una vecina de Sagunt permitió ayer de madrugada que la policía frustrara un robo en un banco, con una intervención que dejó a un agente herido y a punto de ser atropellado por los ladrones.

Los delincuentes forzaron el acceso a un bajo situado junto a una sucursal de la calle Camí Reial, y empezaron a picar la pared con idea de robar por el procedimiento del butrón, es decir, haciendo un agujero por el que acceder. Sin embargo, una vecina decidió llamar rápidamente a la policía al oír fuertes golpes sobre las 3,30 horas de la madrugada.

Esto permitió que dos agentes de la Policía Nacional les pillaran «in fraganti», por lo que pidieron refuerzos y acudieron dos patrullas de la Policía Local de Sagunt.

Aún así, los ladrones lograron esconderse en un recoveco del local y darse a la fuga a pie, lo que provocó una persecución por estrechas calles hasta llegar a la de Los Huertos, donde un conductor les esperaba dentro de un coche aparcado.

Intento de atropello y tiros

Al ver que un policía nacional les daba el alto, el conductor fue directo contra él, lo que hizo que el agente disparara tres veces aunque sin lograr que el coche se detuviera.

Lejos de eso, al policía sólo le salvó su rapidez de reflejos, pues eso le hizo lanzarse dentro de un contenedor de obra que había en la calle. Al hacer esto sufrió diversas heridas de las que fu atendido luego en el Hospital de Sagunt, según ha podido saber este diario.

Aunque los tres impactos de bala llegaron a dar en el coche, eso no evitó que huyeran a toda prisa del lugar por la calle Padre Pellicer hasta la avenida Sants de la Pedra, si bien en este punto se les perdió la pista porque los cuatro agentes que les perseguían iban a pie.

Al regresar hasta el local, los policías encontraron una mochila que en su huida tiraron los delincuentes en una calle. En ella, llevaban todo lo necesario no para un robo de madrugada, sino para tomar rehenes: Desde cuchillos de grandes dimensiones a bridas y pasamontañas.

Por ello, desde la policía se sospechaba que el objetivo de los ladrones era entrar en la sucursal de madrugada y esperar allí la llegada de los empleados del banco para así lograr un acceso más fácil a la caja fuerte y a un mayor botín.