«Un partido político jamás puede tener miedo a una votación». No hay frase que mejor resuma lo que hemos vivido los concejales del Partido Popular de la partida judicial de Sagunto en las últimas horas. La frase se la tomo prestada a Carlos Gil, diputado provincial y alcalde de Benavites, para hacer una reflexión: Si día a día pisamos calle para explicar nuestras propuestas y que sociedad queremos para así conseguir que nuestros vecinos depositen su confianza en nosotros a través del voto, no se entendería que llegada la oportunidad no ejerciéramos ese mismo derecho en el seno de nuestras organizaciones.

El de hoy ha sido un día en el que no hemos desaprovechado la oportunidad para reivindicar una comarca, la del Camp de Morvedre y la necesidad de dar un nuevo impulso al proyecto popular para cada uno de los pueblos que la conforman. Hemos demostrado músculo si, pero sobre todo hemos demostrado que tenemos una única voz que reclama otra forma de hacer política. Aún recuerdo aquello de «no nos ganarán en los despachos lo que les vamos a ganar en las urnas», que motivó las ganas de votar en una provincia que necesita entender que hay usos que no van a volver y que ahora es el momento de las bases, por las bases y para las bases.

Nos hemos mirado ya suficiente al ombligo, ya no hay margen para más cuitas internas ni equilibrios de poder, ahora solo queda un objetivo claro que es volver a ilusionar en nuestros pueblos a través de la demostración de madurez, democracia interna y coherencia que ha supuesto el proceso de elección del diputado provincial de Sagunto.

No podemos esperar ser el gran referente para la mayor parte de la sociedad sin antes entender el mensaje de las personas y estoy convencido que lo hemos entendido alto y claro. Cada uno ahora desempeñamos el papel que nuestros vecinos nos han encomendado y la única mayoría absoluta en nuestra comarca habla de lo acertado de encargar que pilote este proceso quien desde la moderación y el trabajo ha sido en tantas ocasiones merecedor de la confianza mayoritaria de su pueblo.

Nos toca no defraudar y demostrar que este espíritu de renovación va encaminado a reilusionar a las personas en torno al único proyecto que ha tenido madurez suficiente para afrontar esta elección como lo que es, una expresión más de democracia interna que nos avala para seguir trabajando con ilusión y más esfuerzo su cabe.

Hoy no nos felicitamos, hoy nos comprometemos con los pueblos del Camp de Morvedre, los grandes pero sobre todo los pequeños para ser un altavoz de sus necesidades.