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Tribunales

La Audiencia Nacional certifica el "estrepitoso fracaso" de la desaladora

Una sentencia anula la adjudicación a Pavasal de la explotación de la planta de Sagunt por 1,7 millones para dos años

Planta desalinizadora de Sagunt construida por Acuamed.

La desalinizadora de Sagunt no para de generar problemas, aunque prácticamente no produzca agua después de una inversión superior a los 40 millones, solo para su construcción.

El último contratiempo llega desde la Audiencia Nacional, que ha certificado el «estrepitoso fracaso» de esta infraestructura acabada desde hace años y lista para distribuir hasta 22.990 m(3) diarios para uso doméstico e industrial, pero sin apenas clientes interesados y atada a un usuario preferencial, el ayuntamiento, que no tiene capacidad para cumplir las condiciones del convenio.

En una sentencia emitida hace unos días por la sección primera de la Audiencia Nacional se apunta que «no corresponde a esta sala analizar las razones» de este fiasco, aunque en ella sí se tumba la adjudicación en octubre de 2016 del contrato de más de 1,7 millones de euros por dos años para las tareas de vigilancia, operación y mantenimiento de la desalinizadora.

Este procedimiento, promovido desde Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), interesó a ocho empresas, entre las que Pavasal resultó adjudicataria, pese a las alegaciones de otro licitador, Aguas de Valencia, que llevó el caso al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales por las dudas sobre la solvencia técnica de la constructora, encargada previamente de ejecutar la planta, para gestionar una desalinizadora.

Este organismo, dependiente del Ministerio de Hacienda, rechazó la reclamación, que se convirtió entonces en un contencioso-administrativo, que la Audiencia Nacional ha resuelto ahora a favor del denunciante, hasta el punto de anular la adjudicación y obligar a Acuamed, defendido por la Abogacía del Estado, a retomar el concurso. Este es el único aspecto en el que el tribunal no ha dado la razón a Aguas de Valencia, que pedía quedarse con el contrato y cobrar una indemnización por daños y perjuicios.

El principal argumento del tribunal para emitir se centra en la vulneración del pliego de cláusulas administrativas, ya que Pavasal no contaba con la experiencia previa de prestar el servicio de operación de una desaladora, ni de explotar una planta desaladora por ósmosis inversa con una producción de 20.000 m(3) al día.

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