El Ayuntamiento de Sagunt a través de su concejal de Mantenimiento Pepe Gil presentó al fin la denuncia que había acordado interponer en marzo contra algunas de las últimas pintadas y el grafiti aparecidos en el Castillo de Sagunt. Concretamente, los daños en este monumento nacional, que todavía son visibles y se han valorado en 7.865 euros, se concentran en la muralla medieval de Santa Anna al frente oeste de la plaza del Dos de Mayo, aunque ya ni siquiera son los últimos desperfectos de este tipo que ha sufrido el Castillo.
El acuerdo del cuatripartito para denunciar estos hechos se adoptó el 22 de marzo, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho efectiva en la comisaría de la Policía Nacional, después de que el propio Gil obtuviera el certificado que le acredita como concejal del Ayuntamiento de Sagunt. «En mi nombre la podría haber presentado hace ya tiempo, pero la idea era hacerlo como representante del consistorio y por eso ha costado más», asegura el nacionalista, quien añade que otro de los requisitos que tuvo que cumplir esa denuncia fue la valoración de los daños.
Sobre este aspecto, Gil apunta que la reparación de estos desperfectos se ha presupuestado de forma orientativa en casi 8.000 euros. Lo fundamental sobre esta cuantía era fijar si estaba por encima o por debajo de los 400 euros, ya que, si no supera este nivel, se considera un delito leve de daños penado con entre uno y tres meses de multa, mientras que, si excede, conlleva una sanción de entre seis y 24 meses, según recoge el Código Penal.