Un toro embolado mantuvo en jaque toda la noche del viernes al sábado a las fuerzas de la seguridad de Sagunt. El animal se escapó durante un encierro de las fiestas patronales tras romper con fuerza una valla y, a primera hora de la mañana de ayer, seguía suelto en una zona del río muy transitada por gente que sale en bicicleta o a andar entre Sagunt y el Port, si bien sobre las 8 horas le dispararon un dardo tranquilizante que permitió finalmente capturarlo alrededor de las 8:30 horas. Desde que rompió la valla sobre las 0.20 horas, las fuerzas de seguridad nunca llegaron a perderle de vista. Una vez le dispararon el dardo tranquilizante al animal, éste prosiguió su ruta hacia Sagunt, pero al final cayó aturdido y se le pudo capturar, en presencia de un veterinario.

El toro escapó sobre las 0.20 horas al romper una de las vallas del río y precipitarse desde allí al cauce del río Palancia por un terraplén. Al ver que en un momento salió por una carretera y había riesgo de que invadiera tanto la antigua N-340 como de que entrara en el casco urbano, la Policía Local atravesó un coche patrulla para impedirle el paso, pero el animal les embistió con fuerza y lo mismo hizo luego con un todoterreno policial, según confirmaron fuentes municipales a Levante-EMV.

A las patrullas de la Policía Local, se fueron sumaron desde la Guardia Civil a la Policía Autonómica, bomberos, guardias forestales, Protección Civil, Policía Nacional y ambulancias, según explicó el alcalde de la localidad, Darío Moreno.

La huida del animal se saldó con un aficionado herido que tuvo que ser atendido luego en el hospital por una fractura de muñeca, según pudo saber este diario. La lesión se produjo justo en el momento en el que el astado embistió contra una de las vallas del río y la rompió, haciendo caer al aficionado.

Mientras el animal iba salvando un desnivel de varios metros a través de jardineras y terraplenes, la confusión se apoderaba de los asistentes al encierro. Ante lo sucedido, la directiva de la Federación de Peñas suspendió la exhibición de dos vaquillas en puntas y dos toros embolados prevista a continuación y, desde ese momento, todos los esfuerzos se concentraron en verificar si había heridos y evitar que hubiera más.