Un cortometraje en clave de participación popular y 100% local. Esto es lo que han hecho en Quartell para difundir de una forma imaginativa y muy especial la oferta cultural que ha preparado el consistorio para este verano.
El hecho de ser una producción amateur rodada exclusivamente con vecinos de la localidad, muchos de ellos ya jubilados, imprime al corto una personalidad incontestable. Bajo el título «Kafka», la trama es sencilla pero potente «con un ritmo ágil que le aporta frescura y lo hace apetecible a todos los públicos», afirman sus impulsores.
«Contamos con decenas de vecinos del pueblo que se sumaron al proyecto de forma inmediata; hemos salido a la calle a rodar y después del primer trago con las pruebas de guión, el casting de actores y actrices, todos estaban encantados de colaborar. Ha sido una experiencia enriquecedora, divertida y ante todo un espacio de creación colectivo que nos ofrecía el juego oportuno para la difusión de la segunda edición del festival Música a la Fresca», explica David Sebastián,guionista y director del corto.
Desvirtuar un mensaje, añadir, modificar o manipular el discurso es una de las claves del día a día en ambientes de socialización, especialmente en los de un pueblo como Quartell, de ahí que, en este caso, se haya tomado esta idea para el guión.
En «Kafka», todo empieza con una mañana de verano, cuando un inocente mensaje lanzado desde el bando municipal llega a oídos de los vecinos y el texto no parece ser el mismo para todos. A medida que se comenta más, el mensaje original se distorsiona hasta el esperpento. Por ello, Kafka corto hace un recorrido por localizaciones, ubicaciones y personajes de una localidad que mantiene vivo el boca a boca, aliñado de la metamorfosis que irremediablemente éste comporta.
Descubrir la magia del cine
El cortometraje ha contado con la realización técnica de Josep Gumbau y la mirada artística de Raquel Berman. Sebastián, quien además firma la banda sonora del corto, ha destacado la singularidad del proyecto ya que la expresión visual se ha montado al ritmo de la música, con lo cual la emotividad y expresividad son mayores. «La banda sonora se supedita al objetivo narrativo que queríamos conseguir: aunar lo cómico y lo emotivo en un solo proyecto de apenas 15 minutos». Es así como esta iniciativa consigue ser una propuesta dinámica y fresca, capaz de hacer reír a carcajadas y a la vez dibujar una sonrisa en el alma.
Con esta particular manera de difundir la oferta cultural para el verano, Quartell no ha solo ha conseguido así lograr un altavoz alternativo. También ha descubierto la magia del cine y de la interpretación a todo un pueblo que este mes de agosto volverá a hacer de su plaça del Jordi un escenario perfecto para conciertos de jazz, percusión o líricos de la mano de músicos como la soprano local, Ruth González, el dúo de percusión K-Cintilen o Cor de Fusta, un cuarteto de jazz.
