La renovada carretera que discurre entre Sagunt y Canet d'En Berenguer (CV-317) se abrió ayer por la tarde al tráfico 10 días antes de lo previsto inicialmente ya que el final de su total remodelación estaba fechado para el 28 de agosto, aunque en la última visita que realizó a las obras el presidente de la Diputación, Toni Gaspar, fijaba su conclusión para antes de verano.

Tras meses de obras financiadas por la Diputación de Valencia, las comunicaciones con las playas de la comarca ganarán en fluidez justo en la época del año en la que más afluencia registran. De hecho, el corte de la vía llevaba semanas provocando colapsos a determinadas horas en algunas zonas del Port de Sagunt, sobre todo, en los regresos del sábado o domingo por la tarde de personas que habían pasado la jornada junto al mar, así como los días laborables, en las horas de salida del trabajo.

El alcalde de Canet recorrió ayer por la mañana la vía y destacaba la mejora que supone en cuanto a seguridad esta remodelación de la vía que elimina numerosos puntos negros para el tráfico.

«Ha sido una gran actuación. La carretera es mucho más amplia y mucho más segura ahora. Han desaparecido las zonas de sombra y las curvas peligrosas», afirmaba a Levante-EMV el alcalde de Canet, Pere Antoni Chordà, tras ver las obras realizadas por la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Geocivil y Hermanos Carrión.

Con esta actuación se pone fin a una de las principales reivindicaciones de ambas poblaciones, ya que eran continuos los accidentes registrados en esta carretera. De hecho, uno de los tramos de su recorrido, sus dos primeros kilómetros, estaban considerados como punto negro dentro de la red viaria por la alta concentración de accidentes; unos siniestros que tenían su origen principalmente en la falta de visibilidad y en el ancho de calzada, por la que circulaban a diario cerca de 4.000 vehículos.

La actuación en esta carretera estaba considerada como uno de los ejes vertebradores de la provincia, según la diputación, ya que conecta en un extremo con la N-340 y en el otro con la CV-320. Con ella, se ha mejorado su trazado, se ha ampliado la calzada hasta los 7 metros, se han habilitado arcenes de 1,5 metros, de los que carecía, y se han reordenado los accesos e intersecciones a lo largo de estos 3,2 kilómetros.

Estas obras han contado con un presupuesto de 3 millones de euros que ha permitido acabar con un trazado sinuoso, con curvas de radio reducido y un ancho de calzada insuficiente de seis metros y sin arcenes. Otro de los problemas de la vía eran los accesos directos a la misma, que se han solucionado ampliando el ancho de la vía y algunas rotondas como la construida para acceder al camí de Montíber.

Las actuaciones preliminares se iniciaron en noviembre de 2018, tras un proceso de expropiación largo y complicado por la cantidad de propietarios existentes, aunque la intervención arrancó en enero, lo que obligó a desviar todo el tráfico rodado por la avenida Fausto Caruana y la CV-320, desde el Port de Sagunt, así como por la avenida de La Vila durante los últimos ocho meses. Aunque la carretera permanece abierta desde ayer por la tarde, no se inuagurará hasta septiembre.