Los festejos taurinos del Port de Sagunt han acabado sin heridos por asta de toro y sin incidentes graves. El desmayo que sufrió una vaca el pasado viernes, donde se llegaron a registrar en la localidad los 42º, fue uno de los mayores susto. La res ya no salió en buenas condiciones al recinto, donde se golpeó y cayó tendida al suelo. En ese momento, se temió lo peor y se especuló incluso con que la vaca estaba muerta. Sin embargo, la inyección de penicilina que le propició el veterinario la reanimó y mejoró su estado en tan solo unos minutos, tal y como ha explicado el presidente de las peñas, José Sánchez.