Entre las deficiencias que presentaba la licitación para el suministro por 742.000 euros de la actualización tecnológica de puesto de trabajo, las licencias de software y el material informático, también se encontraba, según la resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, la exigencia de un certificado, Energy Star, «que ya no se puede obtener y que, por ello, ha sido recomendada su eliminación de las licitaciones públicas por parte de la Comisión Europea». Otra carencia que ha obligado a reformular el expediente es que se valoraban ciertos certificados de calidad y de cumplimientos de normas de gestión ambiental y de seguridad, aunque no estuvieran relacionados directamente con el contrato.