La amenaza de lluvia no frenó la tradicional Pujà de la Mare de Déu del Bon Succés en Benifairó. Una vez más y tras el primer fin de semana de fiesta grande en este municipio de la Vall de Segó, los rifeños participaron de su jornada grande, la tradicional, Pujà, Xopà y baile vespertino reunía en el municipio a centenares de amigos, quintos, vecinos y allegados dispuestos a disfrutar de un día intenso que comenzaba a primera hora de la mañana.

La Pujà de la Mare de Déu reclama la puesta a punto de las festeras y toda la comitiva acompañante de la virgen hasta su ermitorio. Un ascenso que recoge todas las sensibilidades de un municipio volcado en su tradición; desde la parroquia de Sant Gil Abad hasta su ermita, la Mare de Déu del Bon Succés saluda todas las calles y bendice a su paso por los cruces todo un municipio rendido a su paso. Benifairó que protagonizó una Baixà impecable, disfrutó especialmente ayer de su Pujà. 189 escalones separan la ermita de la base de la calle donde comienza el ascenso acelerado de la imagen de la patrona; una experiencia que los jóvenes suelen protagonizar el año que les toca organizar los festejos populares.

Este mismo recorrido a la inversa se vivía el sábado desde el lugar donde descansa todo el año hasta la parroquia ubicada en el núcleo histórico de la localidad. Una Baixà que contó con una comitiva de lujo engalanada por las danzas tradicionales de la Escola de Danses de Faura que protagonizó numerosos bailes tradicionales como, dansà, fandango o el ball dels nanets entre otros. Las festeras y el fester junto con los que celebraban sus bodas de plata como organizadores de la fiesta rifeña, acompañaron la imagen hasta la iglesia. La liturgia de la fiesta de Benifairó reserva el domingo para la Misa Mayor y la procesión de la imagen de la virgen por todas las calles de una localidad que vive singularmente este festejo. Una celebración esencialmente tradicional incluso en la indumentaria que visten los jóvenes festeros ya que acompañan a la virgen vestidos con basquiña y mantón de manila. El vestido tradicional de la fiesta rifeña se mantiene imperturbable, y las jóvenes visten teja y mantilla tal y como determina su tradición secular. En esta ocasión Benifairó ha recuperado la «Entrà de la murta».

La fiesta retoma hoy els bous al carrer, el último de los astados que se lidiará por el recorrido histórico de Benifairó. Se trata del Bou dels jovens y el Bou de la Penya l'Ermita. A partir del jueves el festejo se traslada al «bou per dalt» y mañana, el tradicional baile de disfraces en el Pla de l'Era.

El concurso de paellas y la cabalgata del viernes concentrará la máxima participación de un municipio que ha mostrado su implicación y compromiso con la fiesta.