Varias vecinas de Estivella realizaron ayer una curiosa protesta en la calle al no tener ningún bar abierto para poder tomarse el café de todos los días. «Unos porque ya han cerrado y otros porque se han cogido vacaciones, ha coincido que hoy no tenemos ningún bar abierto para el café», explicaba ayer una de las afectadas, enojada al no poder realizar la rutina diaria con sus amigas.

«No hay derecho. Se podían haber puesto de acuerdo los bares para no coincidir y que la gente del pueblo pudiera tener un sitio donde poder ir a tomar algo, el café , la cerveza o el vermut», explicaba otra a este rotativo.

Como protesta, al tenerlo todo cerrado, este grupo de amigas decidió montar en medio del pueblo, en concreto en la plaza de la Cruz, su propia cafetería. Sacaron mesas y sillas a la calle y varias cafeteras e invitaron a los vecinos que pasaban por allí a un cafecito, mientras comentaban lo sucedido en busca de la complicidad de los lugareños.

El gobierno local no estuvo ausente en la protesta ya que el concejal de Compromís, Francesc Mateu, fue uno de los invitados a la improvisada tertulia de café. Las vecinas pidieron a Mateu soluciones al problema. «Ya no somos solo nosotras las afectadas. Aquí en Estivella, muchas collas tienen por costumbre desayunar o tomarse un café a media mañana en el bar y hoy no lo han podido hacer», explicaba otra.

Pese a solicitar al edil que solucionara el asunto, éste explicaba a Levante-EMV que no es competencia del ayuntamiento al tratarse de iniciativas privadas, al tiempo que alababa la movilización de estas vecinas.