El temporal provocado por la entrada de una DANA (depresión aislada en niveles altos) ha llevado a volver a cerrar a las 4.30 horas de esta madrugada el puerto de Sagunt debido a la mala mar y a la adversa meteorología, según la Autoridad Portuaria de Valencia.

Además, ha provocado desperfectos en las playas de Canet d' En Berenguer y el Port de Sagunt, sobre todo, en el punto accesible canetero y al desplazar en esa zona numerosas pasarelas mientras en el Port se desprendía parte del balizamiento y algunas boyas acababan en las dunas.

No obstante, todos los viales están ya abiertos al tráfico desde primera hora de esta mañana, según fuentes municipales, en contraste con lo ocurrido ayer, con zonas inundables cortadas.

De hecho, la gota fría hizo entrada ayer en Sagunt a lo grande dejando 96 litros por metro cuadrado en apenas tres horas, entre las 12 y las 15 según los datos del observatorio de Villar María que dio a conocer el Consell Agrari, datos que contrastan con los ofrecidos por Aemet que habla de 98,4 y el ayuntamiento, de 76, 4.

La tormenta obligó a cerrar el puerto comercial y a suspender las clases por la tarde, además de a cortar al tráfico cerca de 20 zonas entre accesos, badenes, calles y carreteras. El paso inferior de la estación de Renfe también quedó anegado de agua, circunstancia que retrasó en casi 15 minutos la circulación de los trenes de la Línea de Cercanías C6 al tener que hacer parada en la vía 3 de la estación saguntina.

Otro de los incidentes destacados de la jornada tuvo lugar en el badén de acceso a la A-23 por el polígono Sepes donde quedaron atrapados dos vehículos aunque finalmente pudieron circular una vez disminuyó el nivel de agua concentrado en esta zona.

La Policía Local, a la que acompañó en su servicio la concejala responsable, Natalia Antonino, realizó cerca de 40 intervenciones durante el día y atendió más de 50 requerimientos vecinales, la mayor parte por saltos de trapas. Unos imbornales que se vieron taponados por la cantidad de hojas y ramas que el fuerte viento arrancó de los árboles y que arrastró hasta estos sumideros impidiendo la succión de agua, lo que generó inundaciones en lugares poco habituales como la avenida de Montíver, por ejemplo, o la CV-314 a Petrés.

En el Port, parte de la Avenida Mediterráneo era intransitable, así como Periodista Azzati o la calle Azorín en Baladre, a las que se sumó la zona del Ventorrillo.

En Almardà, el ayuntamiento tuvo que dragar la gola en dos ocasiones, una a primera hora de la mañana y otra a mediodía para permitir la salida al mar del agua acumulada en la zona. No obstante ,algunas avenidas como la de Europa volvieron a registra niveles altos de agua.

La lluvia también requirió de la intervención de los bomberos en la Plaza de la Morería donde la fachada de un edificio sufrió desprendimientos que obligaron a realizar un saneamiento de la misma.

En cuanto a las zonas de montaña, además de los importantes arrastres en caminos por el agua,, desde la Guardia Rural se informaba del desprendimiento de un muro junto a una caseta de la Muntanya de Piquér en el camí de les Valls.

Las zonas de costa fueron las más perjudicadas por esta Depresión Aislada en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA). En Canet d'En Berenguer, el mar se llevó por delante lo que quedaba del punto accesible, ya que parte del mismo había sido desmontado el lunes ante la alerta de Aemet.

Los bajos de algunos apartamentos del paseo sufrieron inundaciones y la entrada a Canet por la ronda de Diputación tuvo que cortarse al tráfico de la cantidad de agua que acumulaba. El badén del río que une esta localidad con el Port por la playa también se cerró a la circulación aunque hubo quien se saltó la indicaciones e intentó circular por éste llevándose por delante la barrera de seguridad que lo cerraba al paso.

Por otro lado, el fuerte viento arrancó una farola instalada en una fachada del carrer del riu y obligó a cerrar al público el parque de Nova Canet por temor a posibles caídas de árboles.

Respecto a la Baronia, la lluvia fue menos intensa y no se registraron incidentes, excepto algún corte de calle.

Les Valls

En les Valls, el colegio público de Quart no abrió ayer sus puertas ante la amenaza de la gota fría. «El hecho de tener al alumnado en barracones en el pinar de la ermita y constatar la alerta en materia de lluvia y viento, motivó el decreto de no abrir. Hemos sido el único centro de les Valls pero nuestra situación es muy particular», apuntaba Néstor Albert, alcalde del municipio.

Los centros educativos de la subcomarca abrían con normalidad y tan solo se cerraba al público el acceso a las instalaciones deportivas y la biblioteca de Faura durante la tarde. «Hemos cerrado el pabellón multiusos como medida preventiva, el resto de instalaciones y edificios municipales están funcionando con normalidad», añadía Toni Gaspar, alcalde de Faura.

En Benifairó, el equipo de gobierno cerraba el Pla de l'Era con carácter preventivo, sobre todo por el peligro que supondría la caída de árboles además de controlar especialmente algunos colectores. «Hemos actuado con cautela y preventivamente, no constatamos por el momento ninguna incidencia destacable, tan solo el desplome de un muro de la montañeta de Piquer. En el caso urbano no tenemos registradas incidencias graves», según Toni Sanfrancisco, presidente de la Mancomunitat de les Valls y alcalde de Benifairó.

Con todo, y a pesar de los 71,8 litros registrados en la unidad meteorológica ubicada en Quartell, la Vall de Segó no registró señales de alarma .

El cierre de las vías que atraviesan barrancos como el del Arquet o el de Quartell así como la precaución que siempre reclama el barranc de la Font o el de la prensa en Quart se mantuvieron durante toda la tarde de ayer. En este sentido, el Camí de les Valls a Sagunt, el Camí d'Uixó y el d'Almenara se cerraban al tráfico. Algunas zonas especiales como el polígono industrial la Foia o el límite que confronta Quartell, Faura y Sagunt quedaban anegados entre las 13 y las 15 horas.

«La actividad se ha desarrollado con total normalidad en Quartell, es cierto que con las trombas de agua hemos estado alerta, pero, excepto la caída del árbol anejo al almacén municipal sin mayores consecuencias; no observamos daños mayores», añadía Pere Campos, alcalde del municipio.