Los robos registrados este fin de semana en casas de una urbanización de Gilet han llevado a los vecinos a anunciar la puesta en marcha de patrullas ciudadanas. La medida la han adoptado ante lo que consideran una «evidente» falta de vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad que se suma a otra problemática: La ausencia de cobertura telefónica que padece la zona desde hace tiempo y que favorece el aislamiento de quienes no tienen una línea fija.
La impunidad con la que varios ladrones forzaron el acceso a cinco viviendas el pasado sábado ha levantado la alarma; sobre todo, después de que una vecina les encontrara en su jardín al llegar a casa sobre las 22 horas y ellos huyeran a toda prisa, tras llevarse numerosos efectos de valor tanto de esa vivienda como de otra cercana.
Las consecuencias aún pudieron ser más graves, según explicaban a Levante-EMV, ya que solo por casualidad la mujer no entró antes a su domicilio y se los encontró de cara. «Por suerte, coincidió que en ese momento ella no llevaba las llaves y tuvo que quedarse esperando a que llegara su marido. Luego oyó un ruido en el jardín y los vio, pero salieron a toda prisa y ya no les pudimos alcanzar», relataba el vecino que salió en su ayuda.
Aunque luego llegó una patrulla de la Guardia Civil, los agentes solo pudieron verificar lo ocurrido pues había un total de 5 casas donde habían forzado la entrada y, en dos de ellas, los ladrones habían campado a sus anchas. «Dos estaban todas desvalijadas. Iban buscando joyas, objetos de valor y dinero. En una incluso se habían comido magdalenas y habían tirado toda la comida de la nevera, algo que a veces hacen porque hay gente que guarda el dinero allí, según nos explicó luego un policía. Además, para ganar tiempo y huir por la puerta trasera, pusieron un armario detrás de la puerta de entrada», contaba un vecino a este diario.
Incendio posterior
La sensación de inseguridad creció solo un día después, cuando se desató un incendio en el cuadro de contadores de la urbanización y de nuevo se pusieron de manifiesto los problemas generados por la falta de cobertura telefónica que se arrastra desde hace más de 4 años. Según comentaba uno de los residentes: «El fuego, afortundamentente, lo pudimos detener con un extintor pero un vecino intentó saltar para apagarlo y se rompió los tobillos; una situacion grave donde de nuevo sólo por suerte no pasó nada más, porque los móviles aquí no funcionan e incluso los bomberos tuvieron luego problemas de comunicación, al ver que su emisora tampoco iba».
