El transporte de mercancías se multiplicará por tres en la Unión Europea hasta 2050, según la OCDE (Organización para la cooperación y el cesarrollo económicos). Un crecimiento que deberá ser respetuoso, sí o sí, con el medioambiente para combatir la crisis climática que se avecina. Por eso deberá haber «una alianza entre la carretera y el ferrocarril, en el que la carretera no es el gran enemigo, sino el aliado.

Ya sucede en Bélgica donde los transportistas y el ferrocarril han propuesto al gobierno subvencionar con 40 euros cada unidad que se retire de la carretera», aseguró ayer el Josep Vicent Boira, coordinador del Gobierno para el corredor mediterráneo. Boira abrió el debate de la jornada «Cruce de corredores» organizada por AVE y la AVECEV para analizar los retos a los que se enfrenta la conexión de los ejes cantábrico y mediterráneo.

Dos corredores de transportes aún muy verdes para poder desarrollar todo su potencial. Así lo admitió Boira durante su intervención. «Se puede ir más rápido. El corredor mediterráneo necesita impulso político, que antes no existía, coordinado con la agilización de los proyectos que desatasquen los cuellos de botella». A pesar de los retrasos, Boira se mostró optimista porque «existe un plan de trabajo y se han puesto en verde semáforos en rojo como la conexión de Castellbisbal, el cambio de ancho Vandellós-Castellón, el estudio del túnel pasante y la variante de Vandellós». Y concluyó: «Ambos corredores están en buena situación estratégica y geopolítica para enfrentarse al siglo XXI».

La necesidad de finalizar ambos corredores ferroviarios y de aliarse con el transporte por carretera también fue reivindicada por los empresarios que participaron en el debate que cerró la jornada. El presidente de la autoridad portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, defendió «cuatro aspectos a impulsar: la finalización de los ejes prioritarios (como la Y vasca de alta velocidad); apostar por la intermodalidad y pasar de la carretera al tren sin pelearnos; mejorar las conexiones ferroportuarias para que sean eficaces y eficientes y trabajar en las conexiones con otros nodos de transporte».

José Miguel Chiarri, coordinador de compras de la división de transporte intermodal de Mercadona, vaticinó que la conexión mediterránea «mejorará el transporte, supondrá un beneficio económico y surgirán nuevas oportunidades». Por su parte, Héctor López, director de la planta de Sagunt de ArcelorMittal, que ya mueve el 80 % de sus mercancías en ferrocarril, defendió que la modernización de la línea Sagunt-Teruel y del corredor mediterráneo «mejorará los flujos y aliviará el trayecto que ahora realizamos ya que para conectarnos con Zaragoza debemos dar un rodeo por Tarragona».

El presidente de la autoridad portuaria de València, Aurelio Martínez, sacó pecho del uso de la línea ferroviaria convencional con Madrid por Albacete, una vez liberada por el AVE del tráfico de pasajeros. «El tráfico ferroviario con Madrid del puerto alcanza los 200.000 contenedores. Si existen buenas infraestructuras se utilizan. Por eso en un corredor mediterráneo sin doble plataforma no nos caben los trenes», reivindicó. Al tiempo que recordaba que en el Sagunt-Teruel-Zaragoza falta resolver cuestiones técnicas como «las pendientes de 24 milésimas. ¿Para qué quiero apartaderos de 750 metros si no pueden subir los trenes?», se preguntó. Para el puerto, abogó, «la solución es la compatibilidad entre el ferrocarril y el camión». Álvaro Sarriá, director de la división corporativa del Grupo Sesé, apostó por «buscar soluciones eficientes ante el incremento de la demanda para el 2050 porque la carretera cada vez paga más impuestos por la contaminación y sufre de escasez de conductores internacionales».

Por último, el presidente de AVE Vicente Boluda destacó la relevancia de la sociedad civil y su apoyo para el avance del corredor mediterráneo y el corredor cantábrico-mediterráneo, por lo que pidió «no bajar la guardia y seguir reivindicando dichas infraestructuras clave» en actos como el de ayer o el que se celebrará el próximo 28 de noviembre en Elx, para realizar el quinto chequeo al corredor mediterráneo.

El presidente de la CEV Salvador Navarro considera ambos corredores ferroviarios «claves para el progreso» porque «generarán mayor actividad económica: más empresas, más empleo, mayor integración de España con Europa, más competitividad y mayor cohesión», defendió.