La moción de censura presentada por un grupo de socios contra la actual directiva de Puerto Siles de Canet d'En Berenguer no prosperó.

Los promotores de la medida obtuvieron 58 votos a favor de los 168 posibles, cifra que corresponde a los asistentes que acudieron a la asamblea extraordinaria, casi un 29 % de los 581 socios con derecho a voto. En contra hubo 80 votos , 2 abstenciones, 21 nulos y 3 en blanco. Unos resultados que no se descarta que puedan ser impugnados, tal y como han revelado a Levante-EMV miembros del sector crítico.

Este colectivo estudia la posibilidad de impugnar la asamblea extraordinaria, al considerar que «se han vulnerado los estatutos», explicaban a este rotativo algunos de ellos. Por un lado, critican la convocatoria de la asamblea: «En los estatutos se dice claramente que la cita se tiene que comunicar a los socios de forma fehaciente y no ha sido así. La palabra fehaciente significa que hay que asegurar que la convocatoria llegue a todos los socios y esto solo se consigue mediante burofax o carta certificada, cuando éstas se ha mandado por correo ordinario». Sin embargo, en los estatutos no se describe cómo debe ser el envío de la convocatoria.

Visión bien distinta se ha dado desde la junta directiva cuyo portavoz aseveraba a este diario de forma tajante que «los estatutos se han cumplido a rajatabla».

En cuanto al envío del correo asegura que tienen el resguardo del servicio postal con las cartas que se han enviado «a todos los socios», matizaba.

Otra de las irregularidades que señalan los promotores de la moción es la instalación de las urnas para emitir el voto antes de que la propia moción se explicara. «Las urnas se abrieron antes de que comenzara la propia asamblea. Eso no funciona así. Primero hay que escuchar a los ponentes de la moción y a la otra parte y, por último, votar», decían.

A este respecto desde la directiva explicaban que «hubo muchos socios con derecho a voto que querían votar pero no podían esperarse a que finalizara la asamblea para hacerlo, por motivos varios, entre ellos, mucha gente mayor. No se les podía negar que ejercieran su derecho, ni poner obstáculos», aclaraban.

Por último, los críticos también denuncian que se no se haya levantado acta sobre lo ocurrido en la asamblea cuando es obligatorio en todas, es más, añaden que ese documento tiene que someterse a votación en la misma asamblea y tampoco se hizo. Sin embargo, desde la directiva se explica que no están obligados si la moción no prospera como fue el caso, tal y como recogía el orden del día de la convocatoria.

Por todo lo expuesto, los críticos consideran que «no se ha seguido el procedimiento establecido por la normativa» y tienen dudas sobre si la celebración de la asamblea se ajusta a la misma, asunto que ya estudian con sus asesores legales.

Críticas y no propuestas

Algunos miembros de la actual directiva también han lamentado las formas de actuar de los promotores de la moción de censura. «Todo fueron críticas hacia nosotros cuando una moción de censura debe de ir acompañada de un programa de actuaciones, en definitiva de un proyecto de gestión. Tanto que hablan de estatutos hay que recordar que estos recogen la crítica constructiva y no la destructiva». Así, sostienen que la falta de proyecto pone de manifiesto que detrás de la moción solo había «intereses personales» como ya recogió este rotativo.