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Iniciativa

Eclosión de danza en Faura

El innovador proyecto ha atraído a artistas de todo el mundo con las más diversas propuestas

Eclosión de danza en Faura

La internacionalización de la Vall de Segó en clave de danza se ha confirmado este verano de la mano del denominado «Hort-Art», un espacio de intercambio y creación artística ubicado en Faura que ha unido a . Todo, dentro del proyecto «Fenicòpter» financiado por la Diputación de Valencia, en colaboración con el Ayuntamiento de Faura, que se ha consolidado como caleidoscopio cultural del Camp de Morvedre.

En este proceso creativo, el arte contemporáneo y la comunidad local han interactuado con un enriquecimiento bidireccional. «En los espectáculos hemos logrado desmontar el mito de la necesidad de entender el arte para apreciarlo. Con esta nueva mirada, hemos dejado espacio a la comunicación directa, a lo primordial, aquello que llega desde las emociones y los sentimientos», apuntaba el bailarín de Faura Pere Bodí, desde Hort-Art.

El Fenicòpter cerró sus alas de la mano del «Proyecto Gecko», una propuesta de la compañía del mismo nombre, un conjunto experto en teatro físico que ofreció su montaje en L' Escorxador, con dos pases sumamente vividos que dejaron sin palabras al público ya incondicional de Hort Art.

Junto a Gecko, Faura ha acogido otras tres producciones; Ara de ma mano de J.Ross, P. Bodí, JM Artigues y C.Llussar; Aigua que tot travessa con A. Guerra, YM. Cho. y Observatori d'Aus con Álvaro Pradas y Pere Bodí.

El impulso de este nuevo concepto de generación y consumo cultural emana del compromiso con la sociedad actual del coreógrafo Alexsandro Guerra y el bailarín Pere Bodí. Los artistas, creadores del proyecto Hort Art, han sabido convertir Faura en el epicentro de la experimentación en clave de danza contemporánea.

Si bien Gecko presentó un espectáculo de teatro visual, visceral diseñado para conmover y entretener; la localidad vibró también de la mano de Pere Bodí y Àlvar Pradas con su Observatori d'aus.

En Ara los intérpretes quisieron experimentar con todas sus posibilidades de interpretación; «somos cinco personas, con perfiles y backgrounds muy diferentes; hemos experimentado en el marco del Projecte Fenicòpter y finalmente presentamos nuestro trabajo que no es ni más ni menos que una reflexión sobre el momento que vivimos. La interacción entre cinco artistas de ámbitos diferentes, decididos a generar diálogos culturales diversos», apuntaba el actor manacorí, Joan Miquel Artigues.

Varios artistas también pusieron el acento en la innovación que supone este proyecto, puesto que se trata del verdadero camino que ha iniciado la danza contemporánea.

John Ross incidía en la necesidad de experimentar. Por su parte Pere Bodí y Álex Guerra, los impulsores de este proyecto de experimentación en la Vall de Segó han querido, una vez más, poner el acento sobre la creación. «Si miramos a nuestro alrededor vemos un mundo en el que centenares de miles de personas dejan su hogar para buscar nuevas oportunidades. Migraciones que se enfrentan a muros, fronteras, derechos humanos conculcados supeditados a intereses económicos; ante ello la danza, la creación cultural tiene algo que decir. En Fenicòpter el proceso creativo nos lleva a experimentar e interactuar con el mundo», añadían.

Hort-Art abrió sus puertas con la aportación del bailarín Yong Ming que junto a Alexsandro Guerra presentaron en el Llavaner el espectáculo L'aigua que tot travessa. Yong Ming destacó la riqueza que este proyecto está aportando a los circuitos de danza internacional.

Talleres para niños y adultos

Si bien el objetivo de este proyecto pasa por experimentar en clave de danza contemporánea, no es menos cierto que Hort-Art justifica su lanzamiento en Faura por la necesidad de enraizar con nuevos lenguajes y posibilidades.

Allí, el público ha dejado de ser selecto. Incluso se han propuesto acciones de participación vecinal que han abierto las puertas del arte y a la experimentación corporal a los vecinos de la comarca. En esta línea se han realizado talleres como Niu o De Cap a Peus. En el primer caso, destinado a los más pequeños mientras el segundo estaba orientado a adultos para adentrarse en la autoconsciencia a través del movimiento con el método Feldenkrais.

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