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Polémica

El cierre de los aseos aviva el malestar en Gilet por el abandono de Sant Esperit

Varios vecinos se quejan de la proliferación de excrementos y orines en esta área recreativa de gestión autonómica - La promesa de la conselleria de canalizar las aguas sucias sigue sin cumplirse desde que se anunciara en 2016

El cierre de los aseos aviva el malestar en Gilet por el abandono de Sant Esperit

La clausura temporal de los aseos del área recreativa de Sant Esperit ha avivado el malestar en Gilet por el abandono que sufre la zona. Varios vecinos han alertado de la proliferación de orines y excrementos en el parque que achacan a la falta de váteres. Una situación que se padece desde hace varios meses.

Algunos de estos vecinos acudían esta semana al pleno ordinario para informar sobre la situación y pidieron al equipo de gobierno soluciones, unas medidas que según el alcalde, Salva Costa ya ha solicitado el consistorio a la conselleria, al ser ésta la competente en la gestión del área recreativa, explicó. Sin embargo, los vecinos se mostraron poco convencidos de la respuesta del mandatario y reivindicaron la instalación de aseos químicos para que los visitantes tuvieran alternativas al cierre de los aseos para hacer sus necesidades fisiológicas y evitar así la presencia de heces en esta zona de esparcimiento, que vistan cada fin de semana cerca de 200 personas, según datos aportados por los residentes.

El cierre de los aseos se produce tras la denuncia presentada ante la Fiscalía Provincial de València por parte de unos vecinos ante los vertidos de aguas residuales a un pozo ciego procedentes precisamente del área recreativa de Sant Esperit y del monasterio franciscano. Una práctica que se viene produciendo desde hace casi 40 años y que según la denuncia vulneran tanto la ley de vertidos como la de aguas.

Los vecinos pusieron en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos por si fueran constitutivos de un delito medioambiental, como investiga la fiscalía.

La situación intentó solucionarse hace dos legislaturas pero fue en 2016 cuando, a requerimiento del Ayuntamiento de Gilet, la conselleria se comprometió a buscar una solución que pasaba por la construcción de una tubería, que recogiera las aguas fecales de ambos lugares, y su conexión con la red municipal.

Tras años de espera, la administración autonómica sigue hacer la obra aunque hace varios meses el que fuera director general firmaba el compromiso de ponerla en marcha la obra, documento que ha secundado su sustituto en el cargo, Fran Quesada. El proyecto para la instalación de la tubería ya está siendo redactado por los técnicos del ayuntamiento, ahora solo falta su aprobación y la partida presupuestaria, que corre a cargo de la administración autonómica. una

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