La colorida y kilométrica bufanda que ya se ha convertido en símbolo contra la violencia machista sumó ayer nuevos metros en el Port de Sagunt. Personas llegadas de numerosos municipios de la Comunitat Valenciana acudieron para hacerla más grande todavía y demostrar que el espíritu con la que nació en 2014, en la población vasca de Astigarraga, está vivo.
«Es una manera imaginativa de visibilizar el problema y condenar los asesinatos a mujeres, que no cesan. Pero, además, crea y afianza lazos entre quienes la tejen, incluso de distintas edades», explicaba a Levante-EMV Mayte Lafuente, portavoz de Amigas Supervivientes, la asociación impulsada ya hace cinco años en Sagunt por algunas mujeres maltratadas que ya apostó por los «Zapatos Rojos» y ahora ha promovido la adhesión a esa iniciativa denominada «Madejas contra la violencia sexista».
Tras difundir la idea hace unos meses, numerosas asociaciones de El Camp de Morvedre y toda la Comunitat Valenciana secundaron este proyecto que ya ha viajado por varias provincias e incluso fuera de España. Así, tanto en varios encuentros, como de forma individual, personas y entidades de otros municipios empezaron a trabajar de cara a esa especial cita de ayer en el Port de Sagunt.
En ese proceso no han faltado hombres, demostrando que ésta es una lucha de toda la sociedad. Además, ha habido espacio para el aprendizaje y para tejer no sólo lana, sino también complicidades y concienciar de un problema que no entiende de clases ni de edades.
«Es una actividad que invita a abrirse, hablar y contrastar desigualdades o discriminaciones», apuntaba Lafuente, además de resaltar un aspecto: «Ahora la violencia no sólo se vive de forma física y psicológica. También con un férreo control del móvil, de las redes sociales...».
Tampoco faltan las víctimas que tardan en abrir los ojos y reconocer como maltrato lo que al principio creyeron ver como algo «normal, puntual» o fruto de que «él estaba de los nervios». Por ello, ayer hubo un clamor en el Port para dar visibilidad a todo esto y decir «no» a la violencia contra la mujer, ya sea en forma de «desprecios» o de cualquier otro modo. «Hace falta que muchas personas nos unamos en esta causa» insistían desde Amigas Supervivientes, un colectivo activo en redes sociales y dispuesto a apoyar a cualquier mujer que necesite ayuda, pero que reivindica más servicios públicos a este nivel.
De hecho, tanto la Coordinadora Feminista de El Camp de Morvedre como otras entidades reclaman la extensión a la comarca de todos los servicios que ofrece el área de la Dona de Sagunt, de psicología, trabajo social y asesoría jurídica. Todo ello, además de seguir por la vía de concienciar, visibilizar y educar que lleva el Ayuntamiento de Sagunt desde hace décadas y que «va a continuar», como resaltó el alcalde y edil de Igualdad, el socialista Darío Moreno, al presentar este acto coorganizado por el consistorio que abre la programación por el Día contra la Violencia de Género.
