Algímia d'Alfara ya ha comenzado las obras de su Instituto de Enseñanza Secundaria, una extensión del IES Clot del Moro que cubrirá la demanda de alumnos de la Mancomunitat de la Baronia, principalmente, que se ven avocados a ir al IES de Segorbe por proximidad.
El nuevo centro tiene previsto abrir sus puertas en el curso 2021-2022, aunque todo dependerá de la Conselleria de Educación, comentaba el alcalde de la localidad, Ernest Buralla. «El edificio tiene que estar acabado a principios del 2021, esos son los plazos establecidos. Que pueda inaugurarse para ese curso escolar dependerá de los acabados, mobiliario etc., que es competencia de la conselleria», explicaba el mandatario.
Este centro marcará un antes y un después en la comarca en cuanto a su filosofía constructiva, ya que será el primer «Passive» instituto de secundaria del Camp de Morvedre y no se descarta que lo sea de la Comunitat Valenciana.
Responde a un concepto de edificación, conocido como el «Passive house», que nació en Alemania en los años 80 y que prima la eficiencia energética en su construcción. Lo que se conoce como un edificio pasivo en referencia a su consumo de energía «casi nulo» gracias a su alto porcentaje de autonomía en este campo.
El diseño del centro arrancaba a partir de un concurso de ideas, a propuesta del Ayuntamiento de Algímia, que ganaron los arquitectos Francisco Javier Martínez y Manuel Cortés, en el que la «huella ecológica» (reducción de CO2) de su propuesta fue determinante para su elección por parte del jurado y que vio con buenos ojos la conselleria.
El IES contará con ocho unidades de ESO, un gimnasio, pistas deportivas, cafetería, zona de aparcamiento y huerto escolar, principalmente, todo en una superficie de 6.000 metros cuadrados aproximadamente y bajo un presupuesto de 4.700.000 euros que aporta la Conselleria de Educación dentro de su plan Edificant.
Fuga de estudiantes
El nuevo instituto responde a una demanda educativa clara después de la fuga de estudiantes que padece Algímia a otras comarcas como el Alto Palància y también a Sagunt, lo que supone un «riesgo de despoblación» al que el alcalde quiere dar respuesta. Según Buralla, «el centro fijará al menos la población y no descartamos que pueda aumentarla».
Por otro lado, el mandatario se muestra muy satisfecho con el proyecto que por ahora «está cumpliendo con la hoja de ruta establecida».
