El acta de defunción de uno de los clubes valencianos más exitosos, el BM Mar Valencia, tiene un triste epílogo, después de que una sentencia le haya condenado a pagar cerca de 50.000 euros al Ayuntamiento de Sagunt por la falta de justificación de las subvenciones nominativas concedidas en 2011 y 2012.
El club que lideró Cristina Mayo y dio a la comarca el único título liguero de la máxima categoría nacional, allá por 2005, entre otros trofeos y presencias internacionales, ya está incluso desaparecido del registro de entidades deportivas, aunque todavía tendrá que hacer frente al reintegro de estas ayudas más los intereses, que el consistorio ha perseguido con ahínco hasta que esta segunda sentencia le ha dado la razón de forma definitiva.
El fallo más reciente se emitió hace unas semanas desde la sección cuarta de la sala contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana, donde llegó la apelación presentada por la representación legal del Mar Valencia tras una primera sentencia del juzgado número 4 de València.
En ese procedimiento, la sentencia llegó incluso a negar al club la posibilidad de recurrir contra el acuerdo de la junta de gobierno de mayo de 2015, que determinaba el importe que la entidad debía reembolsar y que en un principio también incluía cantidades correspondiente al ejercicio 2010.
Gastos justificados
Mientras el club ha sostenido desde el primer día hasta hoy que esas subvenciones se destinaron al fin para el que fueron concedidas y así se justificó, la Justicia ha determinado que la documentación se presentó fuera de plazo por varios meses, además de avalar las tesis municipales de que se debía proceder al reembolso de 657 euros correspondientes a 2011 y 40.000 de 2012 «por darse un exceso de financiación al haber justificado de forma insuficiente el total de la ayuda percibida», según los argumentos esgrimidos por la defensa del ayuntamiento.
El concejal de Deportes de Sagunt, Javier Raro, que llegó al cargo con el procedimiento ya en su recta final, apunta que «la sentencia es tan clara que hay poco que añadir». Preguntado sobre la desaparición del Mar Valencia, el socialista precisa que «la cesión de sus derechos deportivos -al Canyamelar València- no significa que dejara de existir».
Este tipo de reclamaciones para reintegrar el pago de las subvenciones no es habitual, pero tampoco excepcional. Otro de los casos eternizados en Sagunt fue la lucha judicial mantenida entre el consistorio y el CD Ares, aunque esta vez fue la entidad deportiva la que salió mejor parada, según informó en su día este rotativo.
También el consistorio se ha visto envuelto en circunstancias de estas desde el otro lado, ya que, como también reveló en exclusiva este diario, una reciente sentencia le ha obligado a devolver una subvención de 35.000 euros por presentar la justificación con poco más de dos semanas de retraso.
