Los agricultores del Marjal de Almardà-Almenara preparan nuevas movilizaciones, después de que sus huertos se hayan vuelto a inundar esta semana a la espera de las obras de la Generalitat anunciadas como inminentes desde hace meses para paliar el reiterado taponamiento de la Gola de Quartell.
En palabras de uno de estos campesinos, que ve otra vez sus terrenos «con un palmo de agua», a Levante-EMV: «He ido a plenos y me he quejado de todas las formas posibles durante meses y meses, pero el problema es que los responsables del Ayuntamiento de Sagunto no presionan para que se ejecute la obra, porque les da igual que nuestros campos se inunden».
Este hombre asegura que volverá al próximo pleno para dejar patente su indignación, después de que el exceso de agua le haya obligado a arrancar sus naranjos y prepara para febrero nuevos plantones.
Pero el suyo no es un caso aislado: «Mi vecino-añade- tenía una producción que le daba unos 2.000 euros al año, pero las raíces se le han acabado pudriendo por las inundaciones y ahora se tiene que gastar más para preparar otra vez sus 5 hanegadas. Una vergüenza», añade este agricultor del Marjal de Almardà.
Además de este aspecto, el campesino lamenta que lo mismo ocurre con las comunicaciones desde Quartell y Benavites, por donde «no se puede ir hacia la playa porque también se inundan y eso que las arreglaron hace unos años».
Todos estos inconvenientes deberían resolverse con la instalación de una turbina en la Gola de Quartell, actuación que acumula retraso tras retraso. Esto lleva incluso a que se disparen las especulaciones sobre los motivos que frenan esta intervención: «El constructor de la turbina -apunta el agricultor indignado- me dijo que estaban esperando el permiso de obra del ayuntamiento, lo que sería vergonzoso».
Más fiable parece el último rumor de que las obras arrancarán en los próximos días, después de que varias personas relacionadas con la actuación estuvieran ayer en la zona y confirmaran que, ahora sí, la instalación de la turbina es inminente.
