queridos Reyes Magos: Soy una ciudadana de Sagunto. Aunque, no tengo edad para pediros regalos como lo hacen los niños, ilusionados por recibir aquello que os piden, me atrevo a dirigirme a vuestras majestades con esta carta, para pediros , como si fuera un niño, un regalo. Pertenezco a la asociación, «Col.lectiu pel Patrimoni Saguntí» y como ya no encontramos cauces donde expresar nuestra preocupación e inquietud, me atrevo a dirigirme a vuestras majestades, porque sois magos y espero que nos concederéis lo que os pido.

Me explicaré: todos los libros de Historia se refieren a mi ciudad, Sagunto, como heroica, nunca se rindió, prefirió inmolarse en la hoguera antes de entregarse al enemigo cartaginés.... tal hecho es conocido mundialmente y por tanto existen muchos restos arqueológicos que testimonian el paso por Sagunto de todas las civilizaciones. Todas han dejado su sello. Tenemos Castillo , puerto romano llamado Grau Vell, Circo Romano, Foro Romano, Calzadas romanas, Villas romanas, Termas, Teatro Romano, Judería. Baños árabes y de la etapa contemporánea, existen los restos de la Antigua Siderúrgica, como el Alto Horno y la Nave de Talleres, el Barrio obrero, la Gerencia... testimonios de la antigua «factory town», fundada por Sota y Aznar a principios del siglo XX.

Pues bien, con tanta historia y tantos testimonios, todo permanece en la más completa ruina y desidia. La falta de voluntad por parte de los políticos es más que evidente... Hemos acudido a todas las instituciones políticas a exigir, reclamar e implorar la revalorización de este vastísimo patrimonio. Todos los políticos de diferentes ideologías, tanto municipales como autonómicas o del gobierno central, nos han recibido y escuchado pero, nada se ha ejecutado. Sólo justificaciones y buenas palabras, «esto no es competencia nuestra... dentro de poco se inaugurará tal cosa...» pero nada. Es evidente que no hay voluntad, ninguna voluntad. Seguramente, están preocupados por otras cosas, es posible, o, es que no saben Historia y por tanto, no les importa nada.

Y, aunque no tengo edad para esperar milagros, sé que sois magos, por tanto, cuando leáis mi carta, deseo con ilusión, que hagáis el milagro de regalarnos una ciudad orgullosa de su patrimonio, donde los políticos se hayan empleado a fondo, olvidado las buenas palabras y empeñado toda toda su voluntad en ponerla en valor.

Muchas gracias majestades,por leer mi carta. No os molesto más. Sé que tenéis mucho trabajo. Esperamos desde nuestra asociación ese maravilloso regalo con la misma ilusión que un niño.