La falta de la turbina prometida desde hace años en Almardà ha disparado hasta límites insospechados la inundación de cultivos y tierras de marjal con agua del mar. Ayer mismo, grandes extensiones seguían anegadas, el principal camino de acceso estaba cortado y el agua con sal se acumulaba entre los naranjos, en una imagen que disparaba la indignación y el cabreo entre los agricultores afectados.

«En mis 78 años de vida nunca he visto nada igual», explicaba a Levante-EMV Vicente, un agricultor de Quartell. «Nos sentimos totalmente abandonados. Parece que seamos españoles de segunda. No hay derecho», añadía.

Y es que el temporal ha supuesto un duro varapalo para los agricultores que aún intentan sacar adelante sus cosechas, pese a estar continuamente «peleando» y gastando miles de euros en desbloquear la gola de Quartell, para permitir que el agua de sus campos llegue al mar. «Es desesperante. Los campos se están muriendo. Cada vez es más urgente que reparen la gola, pero es que no nos hacen ni caso. A nadie le importamos», decía otro propietario.

En el mismo gobierno local de Sagunt se admitía que el nivel de la inundación habría sido mucho menor si la gola estuviera reparada, tal y como anunció hace tiempo la Conselleria de Agricultura. «El 90% de los problemas se habrían evitado si la obra ya estuviera hecha», reconocía a este diario el edil de Mantenimiento, Pepe Gil. Aún así, el concejal de Compromís destacaba que este miércoles ya estaba trabajando en la gola una retroexcavadora enviada por la empresa que va a hacer las obras de la turbina con tal de preparar la zona y poder abrir la gola en cuanto bajara el nivel del mar y así permitir desaguar.

Desde la Conselleria de Agricultura añadían ayer a preguntas de este rotativo que esta actuación «está reparando los daños del temporal» y aseguraban que el inicio de las obras para colocar la turbina es «inminente».

Aún así, como esos anuncios se vienen repitiendo desde hace varias semanas, ecologistas y agricultores de la zona solo esperan que, ante los graves causados por el temporal, la conselleria acelere los trámites «y cumpla de una vez».

La protesta se mantiene

De momento, los ecologistas de Acció Ecologista Agró mantienen para el día 2 una concentración de protesta por la demora de esa obra que permitirá regular los niveles hídricos del marjal que ellos cuidan a diario; un humedal protegido que el temporal también ha llenado de agua de mar. «Desde el punto de vista ambiental, esto no es lo deseable, pero no es una amenaza en sí. Los distintos niveles de salinidad condicionan la flora y la fauna existente, pero como estamos teniendo buenos aportes de agua dulce en cuanto baje el nivel del mar y se pueda abrir la gola, se irá yendo el agua salada y se volverá a ir regulando todo», decía un responsable de Acció Ecologista Agró, Enric Amer.