Sagunt y Estivella celebraron ayer la festividad de Sant Blai con diferentes actos. En la capital de El Camp de Morvedre, cientos de vecinos y devotos acudían a primera hora de la mañana a la misa que se celebraba en la ermita que lleva su nombre y también conocida como La Magdalena para asistir a la eucaristía en su honor y lograr la bendición de las típicas «coquetes»; un acto al que no faltó la edil de Fiestas, Mari Moll. Antes de ello se repartieron cerca de 1.000 «coquetes» a numerosos escolares y se les donó aceite bendecido como ungüento para prevenir posibles infecciones de garganta. Hasta la ermita se acercaron estudiantes de distintos centros de la localidad a los que se había invitado para mantener viva la fiesta.
En Estivella, la fiesta arrancó con un pasacalle de Dolçaina y Tabal a cargo de Els Germans Caballer. Tras éste se celebró la misa mayor en honor al santo y se procedió a la bendición de «les coquetes». Uno de los platos fuertes fueron las calderas, de las que se repartieron centenares de raciones, una comida popular que tuvo lugar en la plaza de la Constitución y que estuvo amenizada con baile. Por la tarde, hubo castillos hinchables para los niños y se realizó la procesión del santo que acabó con un castillo de fuegos artificiales.
