La oposición en Sagunt no ha visto con buenos ojos la propuesta del concejal de Aguas, Pepe Gil, de aplicar una segunda rebaja a la cuota de consumo en la tarifa del agua potable. Esta autoenmienda «demuestra que teníamos razón y que aún hay más margen para bajar el recibo a los vecinos», señala el portavoz municipal del PP, Sergio Muniesa.
Los populares apuntan que la primera propuesta «ocultaba un beneficio de más de 360.000 euros, según los informes técnicos, con el que no estamos de acuerdo. Desde el tripartito dicen ahora que la última reducción en la tarifa tiene un impacto de unos 45.000 euros, lo que significa dejar un beneficio cercano a los 320.000 euros».
Esta segunda propuesta, según señala el popular, «tiene como único objetivo que EU cambie el sentido de su voto y la apoye, porque la de noviembre la rechazó frente al voto favorable del PSPV, Compromís y los representantes del socio privado». En la tercera modificación de la tarifa que se tramita en el último año, Muniesa señala que «todas plantean un margen de beneficio que busca que los ciudadanos terminen pagando, a través del recibo del agua, una instalación como la desaladora, que no necesita el municipio y que desde luego es un paso atrás».
Los populares añaden que «no se entiende por qué el tripartito cambia la propuesta cada seis meses por otra peor, en la que no corrige el margen de ganancias tan amplio, cuando, además, en los costes ya se contempla el beneficio a distribuir entre los dos socios, que asumimos entre todos los vecinos a través de la tarifa».
Rebaja «máxima»
Muniesa precisa que «nunca nos negaremos a una bajada del recibo, que reclamamos desde hace tiempo para todos, pero no aquella que no repercuta en el vecino la buena marcha de la empresa en su totalidad». En este punto, el popular defiende la gestión de su partido cuando se opuso a las liquidaciones de la Epsar, impulsó la mejora en la gestión y apoyó el cobro de la deuda del consorcio, lo que ha permitido «abrir una importante vía de ahorro para la compra de agua en alta, que ahora se debería trasladar íntegramente a los vecinos y la industria con una rebaja en la máxima cuantía posible».
