El incendio de cuatro contenedores junto a la Font de Quart no solo sorprendió a los vecinos en la madrugada de ayer y movilizó tanto a la Guardia Civil como a los bomberos. También ha llevado al ayuntamiento a replantearse qué medidas puede adoptar para que no vuelva a repetirse un suceso de este tipo, que llegó a amenazar con extenderse por todos los pinos de este paraje donde, cada fin de semana, acude gente a comer de picnic al aire libre y pasar el día.

«La suerte es que las llamas no afectaron a los pinos, pero la verdad es que se formaron unas llamas enormes y había peligro de que se pudieran prender los árboles. ¡Menos mal que los bomberos actuaron rápido!», explicaba a Levante-EMV el alcalde de Quart de les Valls, Néstor Albert, además de agradecer los trabajos del consorcio y de la Guardia Civil. «Más que por vandalismo o algo provocado, pensamos que el fuego se originó a raíz de una imprudencia de alguien que pudo tirar allí las brasas de una chimenea o algo así», añadía tras un fuego que devoró cuatro contenedores de basura y uno de vidrio.

Ésta no es la primera vez que el fuego afecta a los contenedores situados junto a la Font. El caso más reciente ocurrió hace un par de meses por la tarde, pero años atrás también ha habido otros, como reconocía el alcalde.

Ante el temor a que se vuelva a repetir algo así y entonces las llamas lleguen al interior del recinto, el equipo de gobierno estudia ahora qué hacer. «Estamos valorando varias medidas, como el poner cámaras de vigilancia para ver si eso sirve para evitar también que la zona se convierta en un lugar donde tirar colchones y trastos, como pasa a veces», decía además de reconocer que el cambiar de lugar de los contenedores no convence por otra razón: «Si ahora que están cerca del acceso, mucha gente no recoge su basura y la deposita en ellos, si los ponemos más lejos, aún será peor».

Precisamente por esto último, el alcalde admitía que hasta se están planteando contratar a gente que pueda controlar el acceso y vigilar que quienes se van, se lleven su basura. «Hasta estamos pensando en cobrar una entrada, pues tenemos claro que tenemos un paraje único y la gente debe concienciarse de la imptanccia de cuidar este entorno privilegiado», decía. para luego precisar que todo «está pendiente de valorarlo bien con los técnicos del ayuntamiento y ver qué se puede hacer».